CAPÍTULO 9: "¡Baku!".

443 26 28
                                    

Pov. Narradora:
El pecoso seguía hablando con la pequeña hasta que acabó el entrenamiento, para luego ir a comer.

— Midoriya, ¿se portó bien? — Jirou tomó a la niña en brazos, ahora parecía una auténtica madre.
— Sí. Fue casi como cuidar de Eri, la diferencia es que Kyoko es un poco más hiperactiva.
— En serio, gracias por cuidarla.
— ¡Kyoko-chan! — De acercaron Mina y Momo junto con un mini uniforme del campamento, un vestido rosa y unos pequeños tennis blancos.
— Y gracias a tí también Yaomomo. Iré a cambiarla.
— ¡Quiero a Denki! — Protestó la chiquilla, aún en los brazos de Kyoka.
— Irás con Denki después de que te cambie.
— ¡Pero quiero ahora!
— No. — Dijo firme. Sin duda sería una mamá estricta.
— Joven Jirou. — Se acercó a ella Aizawa.
— ¿Sí, sensei? — La chica tenía que mirar hacia abajo, pues él estaba en su saco de dormir.
— Hay alguien en la entrada que quiere verte.
— ¿De a-cuerdo? ¡Denki!
— ¿Hmm?
— Necesito que la cambies de ropa, le pongas los zapatos y la peines. ¿Entendido? — Le entregó a la niña y con ella la ropa que la azabache había creado.
— ¡P-Pero...! Yo no sé cambiar niños.
— Tendrás que aprender. — Una vez dicho esto, se fue.

A unos cuantos metros de la entrada, logró ver a un chico alto de cabello morado, con la piel pálida. En seguida dedujo quién era.

— ¡Shinsou! — Corrió hacia él con algo de emoción, habían sido amigos durante la niñez.
— Kyoka, cuánto tiempo... — Dijo correspondiendo el abrazo.
— Sí, ¿qué haces por aquí?
— Pues, pedí permiso para estar aquí unos días. — Respondió tan sereno como siempre.
— Qué bien. ¿Entrarás?
— No creo que sea lo mejor, vine a verte. No haré actividades como esas.
— Bueno, como quieras. ¿Te quedarás aquí afuera o-...?
— ¡KyoJi!
— ¿Qué?
— ¿Quién es tu amigo? — Se notaba algo irritado, pero lo disimulaba muy bien.
— Ah. Hitoshi, Denki. Denki, Hitoshi. — Los presentó algo fastidiada.
— ¿L-Lo llamas por su nombre?
— Sí. Somos amigos de la infancia.
— A tí igual, no veo diferencia. — Dijo desinteresado.
— Emm... ¡Ya vestí y peiné a Kyoko!
— ¿Quién es "Kyoko"? — Preguntó el pelimorado.
— Larga historia. — A ambos les impresionó la sincronía con la que respondieron, pues habían sido las mismas palabras al mismo tiempo.
— ¿Son pareja? — Cuestionó el de ojeras con las manos ahora en sus bolsillos.
— ¡No somo-...!
— ¡Sí!
— ¿Sí o no?
— Tenemos que cuidar a una niña de seis años, ¿eso puede tomarse como pareja?
— ¿Por qué cuidan a una niña? Dudo mucho que eso sea actividad de campamento.
— La salvamos cuando si casa se incendió, y nos dieron la tarea de cuidarla. — La de los lóbulos prácticamente sabía esa respuesta de memoria, pues todos lo preguntaban.
— Ya veo. ¿Así que ahora "son padres"?
— Correcto. Pero NO es tarea de uno sólo. — Recalcó el "no" Como recordatorio a Kaminari de que él también debía cuidar de la ojiverde.
— Iré si tú vas.
— De acuerdo. Te tendré que enseñar.
— ¡Gracias!
— Bueno Hitoshi, te veo luego. — Se despidieron con un corto abrazo y regresaron.

Al volver encontraron la escena más tierna que pudieran apreciar.

Bakugou jugando con Kyoko.

— Baku, no seas tan agresivo.
— ¡SHINEEE! — Se lanzó sobre ella para hacerle cosquillas en el estómago.
— Me dejarás sorda. — Rió cubriéndose los oídos como podía, intentando contener la risa.

Antes de que ella pudiera levantarse, el cenizo la tomó de la cintura y la cargó en su hombro cual saco de papas.

— ¡Bájame!
— Y si sigues gritando, menos te bajaré. — Sentenció despreocupado. Con la mano derecha sujetaba a la chiquilla y con la izquierda veía su teléfono.
— Prometo portarme bien. ¿Me bajas? — Le pregunto con un puchero, con la esperanza de obtener un "sí".
— ... No. — Hizo una pequeña sonrisa ladeada, le divertía molestarla y jugar con ella. Pero obviamente no lo iba admitir.
— ¡KyoJi, Denki!
— Gracias por cuidarla Bakugou, ¿hizo algún berrinche? — Esta vez fue el eléctrico el que se acercó para cargarla.
— Sí, pero grité y se calmó. — Se la entregó al otro rubio y seguió viendo el aparato.
— ¡Baku! ¿Me enseñas a cocinar?
— No.
— ¡Por favor! — Pidió alargando la última "o".
— ... Ok, pero harás lo que YO diga.
— ¡Sí, señor! — Exclamó con una sonrisa.
— Parece que se llevan bien. ¿Eh?
— Sí, KyoJi. Baku es muy divertido. ¡Me dejó tocar su cabello!
— ¡TE DIJE QUE NO DIJERAS NADA!
— ¡Bro, la asustas! — Decía su piedrita teñida.
— ¡TÚ CÁLLATE!
— ¡Si tú gritas, yo grito!
— Kyoko no le teme a la muerte. — Dijo Kaminari con los ojos en blanco.
— ¡EL QUE TEMERÁ SERÁS TÚ CARGADOR CON PATAS!

El resto de la tarde, Bakugou y Kirishima jugaron con Kyoko, mientras que el eléctrico y Jirou fueron a ver el cielo acostados sobre el pasto.

— J-Jirou.
— ¿Hmm?
— Tengo, algo que decirte.
— Adelante. Dilo.
— Tú... Emm... ¿Te gustaría, salir conmigo mañana?

¿Aceptará?

Bajo la misma luna. [KamiJirou].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora