CAPÍTULO 12: "Promesa".

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Pov. Narradora:
El tiempo pasó como agua. Y a pesar de que todos extrañaban a Kyoko, intentaron proseguir con las actividades del campamento hasta que quedaron a dos semanas de regresar a casa. Pero entre los campistas, se encontraba una pareja que no deseaba volver, pues eso significaría separarse del otro por tiempo indefinido.

Ahora estaban en la habitación de la pelimorada, sentados sobre la cama y Jirou con su cabeza recargada en el hombro de Denki.

— KyoJi.
— ¿Hasta cuándo me dirás así? Podrías sólo llamarme Kyoka.
— Me gusta tu apodo, a pesar de que me recuerda a Kyoko —. Mencionó el chico con un tono nostálgico.
— Por cierto, estuve investigando y... No podremos cumplir la promesa que le hicimos a ella hace meses —. Declaró la chica con decepción.
— ¿Por qué lo dices?
— Porque; para poder adoptar, el menor debe ser de seis años o menos, y Kyoko ahora tiene siete.
— ...
— Además de que debemos hacernos análisis médicos para comprobar que no consumamos alguna sustancia y necesitamos recursos para poder darle una buena educación y alimento.
— Pero... ¿Y si la adoptan tus padres? —. Propuso el eléctrico.
— Denki, entiende. Tenemos que cumplir con todos los requisitos para poder tener a Kyoko con nosotros legalmente.
— ¿Crees que les haya dicho su edad? Porque si no les dijo, de esa forma la podríamos adoptar.
— Puede ser. ¿Sabes a qué horfanato la llevaron?
— Habría que preguntarle a Aizawa.

Ambos salieron y fueron afuera para encontrarse con los demás y con su profesor dentro de su saco de dormir.

— Aizawa-sensei.
— ¿Hmm?
— ¿Podría decirnos a qué horfanato llevaron a Kyoko? — Preguntó el chico.
— Al más cercano a la ciudad —. Respondió con simpleza.
— ¿A dónde queda? — Cuestionó ahora la de los lóbulos.
— A dos horas de aquí.
— De acuerdo, gracias.

Jirou tomó de la mano a su novio y lo llevó a un lugar apartado de ahí.

— ¿Iremos hoy? — Cuestionó él con impaciencia.
— No, primero debemos completar las pruebas.
— ¿"Pruebas"?
— Los estudios y preguntas que nos hagan allá.
— ¿Cuántos son?
— Déjame ver —. Sacó su teléfono y comenzó a revisar cuáles serían esas "pruebas" — aquí dice que tenemos que hacernos un examen médico.
— Eso lo podemos hacer, ¿qué más?
— Saber a qué nos dedicamos.
— ¿Es decir...?
— En qué trabajamos.
— Pues tardaremos un poco más de lo esperado —. Declaró él rascándose la nuca.
— El proceso de adopción no es rápido si eso creían... — De atrás de ellos, estaba el explosivo.
— B-Bakugou. ¿Qué haces aquí?
— ¡YO PUEDO ESTAR DONDE QUIERA!
— De acuerdo, pero no te enojes —. Intentó calmarlo el eléctrico.

— ¿Entonces?, ¿irán por la mocosa?
— No la llames así, es una niña.
— Ajá —, respondió ignorándolo, para luego dirigirse a Jirou —. ¿y?
— Pues, pensábamos ir en dos semanas, que es cuando termina el campamento.
— ... Los acompaño.
— ¿Tú vives cerca de mi casa? — La chica no creyó que él se ofreciera por voluntad propia.
— A unas cuadras, pero eso no es lo importante. Kyoko se encariñó con ustedes pero también conmigo y... Yo también —. Admitió en un hilo de voz.
— ¿Entonces?
— También iré.
— Gracias —. Dijo ella.
— No me agradezcan nada. Si voy, nos reconocerá más.
— Aún recuerdo que te decía "Baku" —. Mencionó ella con nostalgia.
— ¿Creen que ya la hayan adoptado?
— Cállate, cargador con patas.

— ¡Jirou-chan!
— Mina.
— ¿Irán por Kyoko-chan?
— Cuando salgamos del campamento, y aún tenemos que hacernos legales.
— Cierto, no pueden adoptarla mientras sigan teniendo 17.
— Exacto.

El proceso de adopción no sería rápido ni mucho menos corto, pero ambos estaban de acuerdo en que podrían pasar todas y cada una de las pruebas.

¿Podrán adoptar?

𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚: 𝐋𝐚 𝐚𝐝𝐨𝐩𝐜𝐢ó𝐧 𝐞𝐧 𝐉𝐚𝐩ó𝐧 𝐞𝐬 𝐝𝐞 ú𝐧𝐢𝐜𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐧𝐢ñ@s 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐢𝐬 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐨 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐬, 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐫í𝐚 𝐚ú𝐧 𝐦á𝐬 𝐝𝐢𝐟í𝐜𝐢𝐥 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨.

¡𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫!

Bajo la misma luna. [KamiJirou].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora