“El nombre de mi hermana es con J… Ya tenemos algo en común.”
Notó como alguien detrás de ella la sacó de su trance mientras observaba la hoja con su nombre y se sintió molesta, hasta que volteó y lo vio ahí con una sonrisa de lado.
Y juró que era de las sonrisas más sinceras que había visto en mucho tiempo, de esas que le dedicas a un desconocido así sin más y porque sí.
Se le erizó la piel cuando volvió en sí y lo vió dormido a su lado, recordando que fue en aquel momento cuando comenzó todo, todo aquello que tenían al día de hoy. Que si bien seguía sin nombre, le parecía de lo más sincero que había podido experimentar.
Ninguno exigía, simplemente se dejaban ser, sin ningún tipo de promesa a futuro, viviendo cada día como si el mañana fuera la cosa más lejana y extraña del mundo.
De golpe él abrió los ojos, se observaron por unos minutos, se sonrieron y ella juró que en ese momento no necesitaba nada más que tenerlo ahí, al lado de ella y dedicándole la sonrisa más linda que alguna vez vió.
Lo que sea que fuera, le agradaba y quería que dure, aunque eso signifique adentrarse en algo totalmente incierto y desconocido.
ESTÁS LEYENDO
Pensando Ando
Short StoryEscribiendo sobre cosas que siempre tuve ganas de escribir y de la forma en la que más libre me siento: Mediante historias cortas.