Agosto, 1991.— Sé que realmente no piensas lo que escribiste en esas canciones, William.
El nombrado levantó la mirada, serio. No estaba de acuerdo aunque quisiera estarlo, él había escrito eso, parte del odio que recibía se lo merecía por ello.
En todos lados se decía que era un hijo de puta y no podía creer que había llegado a eso. Todo era un absoluto desastre en la banda, pero aún seguía en pie. Las cosas más ocultas se iban destapando, mucha de su información personal había salido a la luz porque ya estaba cerca de ser algo más que una estrella de rock. Nuevas bandas habían surgido que consumían cantidades enormes de atención y los Guns seguían ahí, pero ahora solo era un hoyo de adicción, de odio, de grandes polémicas.
Axl era odiado y lo sabía muy bien. Pero también lo amaban y amaban también sus canciones.
Amaban lo peor de los Guns y lo peor de los Guns era él.
Volvió a mirar nuevamente como el hombre frente a él fumaba su cigarrillo con un rostro inmutable, sereno y tranquilo, completamente distinto a su persona, quién tenía un tornado de divagaciones en su mente. No entendía por qué nunca pudo ser como él, parecía que nada realmente le importaba y aquello era una cualidad que siempre admiró. Deseaba que nada le importara, de verdad. Muchas veces parecía que así era, pero también sabía que solo era la triste imagen que los medios transmitían; una carcasa, un estereotipo de macho que golpeaba su cabeza una y otra vez, desgastando los restos de lo que era su vieja personalidad, todo lo que en algún momento fue. Cuando se miraba al espejo quería dejar de verse, porque se sentía atrapado en una imagen que solo en su ingenuidad quiso ser, en su comienzos como un joven de apenas dieciocho años que llegaba a la ciudad de Los Angeles con la ilusión de que todo iría mejor.
Quizás lo fue, todo fue mejor por un tiempo, pero nuevamente, nada duraba para siempre. Odiaba decir que eventualmente se dio cuenta que el mundo no es como parece; una obviedad casi como ley de la existencia. En el fondo agradeció dar sus primeros pasos con la misma compañía que ahora mismo reposaba a su lado en aquél remoto lago; su amigo, quizás el único que conocía sus mayores secretos, la persona que muchas veces lo sostuvo cuando creyó que la caída ero lo único que seguía en su camino a la fama.
Lo miró de reojo, pero su frialdad solo quebró más su alma. Su apoyo y sus consejos seguían allí, pero sabía que él ya no estaba realmente presente. Él quería irse.
El del cigarrillo podía notar la crisis emergiendo en él, pero sabía muy bien que nada más tenía para decirle al pelirrojo que hacía lo imposible para ocultar su dolor de la mirada contraria. Sus ojos brillantes ya no podían diferenciarse del cristalizado lago, donde las hojas verdes de primavera se reflejaban en las cálidas aguas del bosque. Fue en ese momento cuando la seriedad forzada del cantante no duró mucho, pues una gigantesca lágrima cayó desde uno de sus ojos hasta morir en la tierra húmeda junto al agua.
Ocultó su rostro, avergonzado, como el sauce llorón que caía sobre sus cabezas. Así eran casi todas las tardes para ellos dos, pero esa sería la última, y ambos lo sabían.
— Lo sé... — Axl toma aire y limpia sus ojos llorosos antes de seguir. Lo conoce y sabe que antes de irse él le deja una respuesta de lo que fue lo que carcomió su cabeza los últimos años.
Quería saber si lo percibía según las letras de sus canciones, si eso era lo que en el fondo odiaba de él...Al final, obtuvo su respuesta, sin embargo, ya no tenía importancia.
— Pero también sé que no estamos aquí para hablar de eso... — Complementa su respuesta, mirando al guitarrista a los ojos, quién transforma su mirada en confusión por menos de un segundo, porque sabe que su expresión sería una absoluta mentira. Suspira resignado y apaga el cigarrillo restregándolo contra la tierra húmeda, luego vuelve a encararlo, y piensa que mentiría si dijera que su corazón no estrujó al ver los ojos tristes de Axl en espera de lo que tanto tiempo llevaba sin decir...Aún así, niega con la cabeza, porque siempre fue un hombre que evadía las dolorosas despedidas.
ESTÁS LEYENDO
𝐏𝐎𝐄𝐓𝐑𝐘. kurtaxl
Fanfiction𝔨𝔲𝔯𝔱 𝔠𝔬𝔟𝔞𝔦𝔫, 𝔞𝔵𝔩 𝔯𝔬𝔰𝔢 Dos cantantes dejan su enemistad de lado porque descubren que tienen más cosas común de lo que imaginaban. ✎ historia en pausa. contiene advertencias.