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"Pensaba que eras callado, ahora pienso que vives gritando en tu interior"





El hogar de Dave era un autentico chiquero, pero irónicamente tenía un ambiente mucho más limpio y acogedor que el que había en su propia casa.

Kurt llegó al lugar con la pesada mochila sobre sus hombros, una guitarra vieja y una mirada penumbrosa. El jóven de cabello largo le regaló sin pensarlo un espacio en su departamento, claro, antes de hacerle varias preguntas sobre su estado emocional actual como el buen amigo y compañero que era.

Kurt parecía agotado y sin muchas ganas de hablar, aún así le agradeció con una pequeña sonrisa el hospedaje. Grohl le ofreció una habitación que casi no utilizaba, pero el rubio insistió en dormir en el sofá. Ya no quería seguir molestando, bastante era con haber llamado a la puerta en plena madrugada al saber que Dave se había retirado mucho antes de la fiesta con el mero fin de darse un descanso.

El nombrado siguió con su merecida siesta mientras Kurt en el salón príncipal intentaba reducir el temblor constante de sus manos y piernas. Odiaba como de un momento a otro los temblores volvieron. Deseaba tener apenas una pequeña dosis, pero agradeció su escasa fuerza de voluntad, porque cayó en el hecho de que no llevaba sus cigarrillos.

Intentó pensar en las cosas buenas del día en un intento desesperado por relajarse. La fiesta había sido aburrida en un principio, bueno, toda la fiesta en sí fue aburrida; Gente elegante por doquier, tragos finos que le causaban repulsión...Admitía solo haber asistido por sus amigos que no paraban de insistir, ya que no presentarse sería un visto malo para la banda.

Incluso el mismo Dave insistió, quién como vacaciones solo quería tocar la batería y dormir.

Porquerías.

Pero, de todas formas asistió sin chistar demasiado y se vio charlando divertido con aquél extraño ser humano llamado Axl Rose. Sí, extraño...Admitía que Rose era un amargado de mierda cuando lo conoció, y tenía unos pensamientos sobre la sociedad muy idiotas e irracionales, era el típico cara bonita con un cerebro díminuto.

O al menos eso pensó durante un largo tiempo, hasta la última semana donde pudo conocerlo más allá de lo que demostraba. Y Kurt se sintió avergonzado en su interior, porque no siguió la sagrada regla de "Las personas son más que su apariencia". Y ahora se veía así mismo queriendo saber más de aquél pelirrojo.

Rose parecía ser tan intrigante en su interior como en su exterior. Inesperado, pensó. El solo hecho de pensarlo así lo hizo reír para sus adentros, porque le encantaban los sucesos inesperados, y le encantaba conocer a alguien con quién debatir tardes enteras.

Encontraba intrigante y atractivo a Axl Rose, ¿Quien lo diría?. Y era porque Kurt sentía una infinita atracción por las mentes, sin importar lo que tuvieran allá abajo.

Luego de una noche llena de palabras y alcohol, llegó a su vivienda esperando escribir mil poemas sobre él y los benditos cigarrillos que le curaban la ansiedad. Hasta que su -ahora ex- novia gastó parte del dinero del albúm en varias dosis que le revolvían el alma. Para luego largarse sin casa, sin novia, y sin los malditos cigarros.

Vaya noche, Kurt. Su cabeza daba vueltas, porque miles de palabras acumuladas deseaban salir de su interior, y no tenía ni libretas, ni alcohol, ni nada que alterara su cabeza. Fue entonces que agarró un lápiz, unas hojas arrugadas de la estantería, y la guitarra que trajo consigo.

𝐏𝐎𝐄𝐓𝐑𝐘. kurtaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora