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"Tristeza incesante, en el opaco atardecer de un ayer"







Kurt Cobain, cantante y compositor, suspiraba agotado ante el hablar persistente de su novia Courtney Love, quien estaba de pie frente a la mesa de centro con un vestido color crema y botines mate, parloteaba para si misma, tensando el ambiente a su alrededor.

Era adicta, casi tanto como él. Pero cuando venía la abstinencia, la cosa era distinta para ámbos.

No hubieron más palabras de calidad, solo incoherencias y lamentaciones. Kurt debía ir a grabar la canción con la que cerraría su albúm y no tenía tiempo para otra pelea. A pesar de ya estar bastante harto, lo hacía por su amor a la música y por la inocente ambición de sus amigos. Debía hacerlo por sus admiradores, y por su mente que le pedía a gritos mantenerse alejado de Courtney, sabía que sí se quedaba esta noche a su lado, probablemente ambos terminarían consumiendo, y Dios, intentaba no hacerlo, pero que díficil era salir de una tóxica adicción, tan tóxica como su relación.

Se levantó de su puesto agotado de aquella situación tan densa, se acercó a su novia y le dejó un casto beso en la frente, ella permaneció algo confundida en su lugar, pero increíblemente sus quejas se callaron. Luego solo observó como el rubio dejaba el departamento, probablemente camino hacía su fama.

Kurt recordaba con melancolía cuando vivía en la calle, mucho antes de comenzar con su vida músical. Los años habían pasado muy rápido, había conocido a personas nuevas, había cantado hasta agotar sus cuerdas vocales, por lo general, había sido una buena época en su vida, y de la nada, había lanzado junto a sus compañeros un éxito músical. Cobain había pasado por mucho, pero nunca pensó que aquello último haría que comenzara a ver la vida de una manera completamente distinta.

En 1991, el lanzamiento de Nevermind había revolucionado la música, Nirvana era la banda más popular de la época, todo parecía bien, era todo lo que una banda querría, pero Kurt parecía abatido con todo, sentía que su esfuerzo había sido en vano, porque descubrió que sus palabras no demostraban lo que él quería. Sufría en su interior, Courtney y la fama lo abrumaban, la droga y la vida que tenía en aquél momento era algo que no podría soportar por más tiempo.

Estaba agotado, muy agotado. Y cuando llegó al estudio de grabación con los saludos alegres de Dave y Krist, suspiró e intentó mostrar una sonrisa cuando le comentaron que irían a un evento importante, probablemente una nominación a un importante premio. Kurt sonrió de verdad al ver la emoción reflejada en los rostros de sus compañeros, era una gran sensación verlos así de alegres, a veces deseaba sentir lo mismo que ellos, pero había algo en su cabeza que lo retenía y no lo dejaba llegar hasta aquella ansiada felicidad. Aún así, Kurt era inteligente, y sabía que debía encontrar la forma de salir de aquél circulo vicioso cargado de pesadumbre.

El día llegó, y Kurt además de ir con su banda, llevaba a su lado a Courtney quién iba con unos llamativos labios rojos. Parecía un ambiente agotador, Krist y Dave disfrutaban la estadía, pero el continuo bullicio hacía doler su cabeza. Necesitaba un cigarrillo con urgencia, pero llegaba a ser imposible escapar de la prensa.

Se topó con muchos artistas admirables, no lo iba a negar, pero la necesidad de salir del lugar era persistente, sentía que sus manos comenzaban a temblar, por lo que a la primera hora de descanso, se alejó lo más posible del lugar para dirigirse hacia los camarines desocupados, agradeciendo a los famosos, quienes seguramente estaban muy ocupados participando en el evento.

Era increíble pensar que no se podía fumar en el lugar, un montón de carteles lo delataban, y aunque podía ignorarlos como muchos hacían, deseaba aunque sea estar tranquilo por un segundo, sin la constante preocupación de que le confiscaran los cigarrillos.

𝐏𝐎𝐄𝐓𝐑𝐘. kurtaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora