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Los ojos esmeralda de Axl seguían en silencio y de manera discreta los movimientos del rubio, Kurt comenzaba a desprenderse con calma sus prendas, todo era tranquilo, demasiado, solo se escuchaba el movimiento relajante de las aguas, y cuando Cobain se deshacía de su sweater Axl juraba escuchar el roce de su piel y sus cabellos sacudirse en el viento ligero. De espaldas dejaba caer los pantalones y la camiseta, sabía que Axl le observaba de reojo y no podía evitar sentirse algo avergonzado ante su aspecto tan delgado y pálido. Suspiró en silencio, intentando ignorar los pensamientos oscuros que de pronto circulaban por su mente, pero luego al darse vuelta visualizaba en el reflejo del agua sus brazos delgados y marcados por las agujas, sus ojos decayeron tristes y culpables, pero trató de ocultarlo con alguna broma o comentario tonto. Finalmente ingresó al agua, no había querido hacerlo, pero allí estaba; en un lago con Axl Rose pasando el rato, o como sea que se llamara. El agua tibia relajó cada parte de su cuerpo y se acomodó descubriendo era bastante hondo, pero aún así su cuerpo ya relajado le hacía flotar con facilidad.

Axl había permanecido en silencio mientras el rubio entraba al agua, había mirado con cautela cada parte de él y había notado cada zona que Kurt quería ocultar. Y volteó la mirada, porque no quería intimidarlo, pero no podía evitar querer observarlo desde cada ángulo porque hace mucho tiempo no veía la belleza en una persona. Y quería retractarse, pero ahí estaba, ridículamente vulnerable ante cada paso que él daba; la persona que supuestamente había odiado por años. Creía que era la emoción de encontrar un alma de artista, una persona que finalmente lo entendía y lo escuchaba, pues la última persona que lo hacía sentir comprendido se había ido. Hasta ahora, Axl creía sentir una admiración simple, pero decir que era solo aquello se sentía escaso, empequeñecía todo lo que podría llegar a sentir, y sentía nervios, no quería caer nuevamente en brazos ajenos que al final de la historia lo dejarían caer. Iluso, se había dicho así mismo cuando borró esos pensamientos a la fuerza, tenía que callarse, dejar de confundirse como hace tiempo lo había hecho, y Axl sabía muy bien que los errores no se cometían dos veces.

Pero bueno, había seguido su instinto, ambos estaban sumergidos en las tibias aguas que aquél lugar tan especial les proporcionaba. Podrían estar en un café o en un parque, burlando las miradas de periodistas pero riendo de cualquier estupidez, en cambio estaban allí, en silencio y con los ojos fijos en el otro, parecía algo íntimo, y lo era, pero ninguno de los dos lo había admitido en su totalidad.

"¿Qué tan seguido vienes aquí?" Preguntó Kurt cuando notó que Rose no había dicho ninguna palabra. Trató de mantener los brazos dentro del agua, ocultos, después de todo esas feas marcas solo le causaban vergüenza y malos recuerdos. El de cabello claro salió de su trance y sonrió en pequeño, volviendo a un estado de calma, sabía que solo estaba pensando demás así que se relajó nuevamente para responderle.

"Bastante, dos veces a la semana por lo menos" Le dijo acercándose un poco con sus pies, ahora estaban a un metro de distancia. Ese lugar tenía recuerdos y tranquilidad, pero era solitario, sus mejores poemas fueron escritos allí, y cuando los releía juraba escuchar el sonido calmante de las aguas mezclado con el pesar de las memorias. Y le parecía increíble como un lugar podía albergar tanto sentimiento, así mismo como Kurt le había dicho en el auto; el hogar que alguna vez fue de Nirvana tenía tantas memorias que no podía desecharse así como así.

"Me encanta..." Dijo Kurt en un susurro bajo, admirando sus manos bajo las profundidades, borrosas y lejanas. Se dejó caer de espaldas y elevó sus piernas, dejando a su cuerpo ser sostenido por el agua, una relajación instantánea recorrió su cuerpo, hasta ya había olvidado que en unas pocas horas debía estar en un avión rumbo a Europa, lejos de su hogar, y lejos de la persona que ahora estaba frente a el. Axl hizo lo mismo, ambos en la misma situación eran sostenidos por el lago de aguas tibias, no se miraron, pero sintieron el uno a otro paz, esa paz que nunca creyeron que se formaría entre los dos.

𝐏𝐎𝐄𝐓𝐑𝐘. kurtaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora