Mi molesto vecino | KageHina [EDITANDO]

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Pero me gustan los retos y de repente, tú te convertiste en uno

— Shoyo, ¿por qué...?

— Dormí mal, eso es todo — Se sentó en la silla, suspiró y acarició su cuello con la mano derecha.

Como se esperaba su cuello terminó lastimado, amaneció con un dolor insoportable y a duras penas podía moverlo. Por milagro tenía una pomada para dolores musculares, así que se lo puso. En ese momento le dolía menos que antes.

Ahora que era sábado tenía planeado salir un rato a solas, le gustaba pasar tiempo con sus amigos, pero también sabía divertirse por su cuenta. Desayunó, vistió y metió su balón  junto con una botella de agua a su mochila. Iba a ir a un lugar donde había varias canchas para jugar diferentes deportes, no quedaba muy lejos de su casa, fácil podía ir en bicicleta.

Fue a avisarle a su mamá que saldría, pero lo detuvo cuando estaba por tocar la perilla de la puerta.

— ¿Puede ir Natsu contigo? También tiene que entretenerse.

La pequeña bajó corriendo rápido las escaleras, llevaba pants al igual que una mochila. A vvecesShoyo creía que su hermana quería parecerse a él, pues hacía muchas expresiones parecidas. De todas formas no podía culparla, eran hermanos.

— ¿Hay problema si vamos en bici? — Ladeó su cabeza.

— ¡Claro que no! — Natsu sonrió emocionada. Shoyo asintió, la tomó de la mano para salir y le dijo a su mamá que volvería pronto.

La ayudó a subirse al asiento improvisado que tenía detrás, le abrochó el cinturón (uno para pantalones) y se aseguró estuviera bien colocado. Después él se subió y empezó su andar.

La verdad es que le gustaba pasar tiempo con ella, era energética y le seguía el ritmo. Aún así, con eso no se salvaba para que le jugara una que otra broma. Algunas veces la acompañaba viendo su caricatura favorita en la televisión y sinceramente, le había tomado el gusto a ese programa.

Al haber llegado a las canchas, la ayudó a bajarse. Natsu empezó a dar brincos mientras caminaban tomados de la mano, él no se quiso quedar atrás e hizo lo mismo, haciendo que se rieran a la par.

Buscó la cancha ideal, no tenía que haber una sola persona ahí, pues no quería que Natsu se perdiera. Cuando iba solo podía entablar conversación con otros, pero ahora necesitaba tener su atención en ella. Al pararse un poco de puntas lo pudo encontrar, fueron ahí y dejó las mochilas en un banco.