Mi molesto vecino | KageHina [EDITANDO]

🌙 20

Estar contigo se volvió reconfortante

— De acuerdo, lo tengo bajo control — Tomó su celular, fue a sus contactos y presionó el número de Kageyama. Esperó a que contestara mientras soltaba suaves suspiros. — Puedes decirle algo como...Hola guapo, ¿qué te parece salir a un cita conmigo? — Sonrió coqueto.

— ¿Qué? — Se hizo presente la voz de Kageyama desde la otra línea.

— ¡¿Qué?! — Soltó el celular y la pantalla cayó al suelo. Lo recogió rápido, se puso el celular en la oreja para escuchar. Antes de decir algo, empezó a reír nervioso. — ¡Hola, Kageyama! ¿Cómo estás?

— Eh, ¿qué fue lo que dijiste hace segundos?

— ¿Yo? No he dicho nada, idiota. Debiste escuchar mal — Empezó a caminar por su habitación para reducir los nervios.

— Como sea. ¿Pasó algo?

— ¡Sí! Para fortalecer nuestra nueva amistad, pensé en que podemos ir al acuario — Avanzó de a poco a la ventana, checando en que Kageyama no se estuviera asomando.

Tobio soltó un suspiro.

— ¿A qué hora?

— ¡¿Eso es un sí?!

Kageyama al escuchar el grito tan cerca, abrió su ventana y vio a Shoyo, quien estaba recargado en la cornisa. Shoyo lo saludó con la mano, Tobio rodó lo ojos con una sonrisa.

— Está bien, no tengo mucho que hacer hoy

— ¡Pues apurate que cierran en una hora! — Se quitó de donde estaba, cerró la ventana con fuerza, dejando a Tobio con la palabra en la boca.

— ¡¿Cómo que en una hora, imbécil?! — Le reclamó por el celular, pero este ya había colgado la llamada.

Shoyo estaba riéndose por su pequeña broma, en realidad el acuario cerraba en seis horas.

Decidió arreglarse rápido al saber Kageyama estaría desesperado en llegar puntual. Escogió una sudadera color amarillo, pantalones azul marino y unos converse blancos. De accesorio se puso un collar plateado. Antes de salir, guardó la sudadera de Kageyama en su mochila para entregársela. Y por supuesto, agarró una caja negra pequeña donde llevaba algo para regalarle.