Instantes [GiyuShino]

Lluvia

Sé que la week terminó, la vida me dio un jalón de realidad y por ello no pude seguir el ritmo, aún así pretendo terminarla con calma. Por ahora, les dejo el siguiente cap

Prompt: Lluvia

Gracias por leer

Día 5: Lluvia

Diez días sin saber de Tomioka y su mente no estaba más clara. Shinobu suspiró mientras acomodaba sus apuntes antes de guardarlos, se suponía que él tendría que venir a retirarse los puntos, pero ya era medio día y aún no llegaba. Volvió a suspirar, mientras escondía su cabeza entre sus brazos apoyados en la mesa de trabajo. Nunca imaginó que una sola acción del pelinegro podría ponerla en esa situación incómoda.

Tampoco creyó posible que extrañaría tanto al tonto de Tomioka, pero no quería buscarlo, menos después de lo acontecido. Shinobu acomodó su cabeza en sus brazos y cerró los ojos recordando lo que había pasado entre ellos para que todo se volviera complicado.

"Sólo ten más cuidado."

Con esa frase había comenzado todo. Tomioka la había observado en silencio, con sus cejas alzadas por la sorpresa que le había causado sus palabras, para luego asentir. Comprometiéndose a ser menos descuidado. Entonces, ella le había hecho un gesto, con su mano, para que se recostara y poder colocarle los puntos en la herida del hombro. Las de su cuello, cerrarían bien si él las cuidaba.

Shinobu giró su rostro, enterrandolo entre sus brazos, y recordó cómo él aguantó el dolor de la aguja al atravesar su piel -prácticamente- en silencio. En ese momento, intentó ser rápida para aminorar las molestias, pero -en retrospectiva- él nunca se quejaba abiertamente, por más graves que fueran sus lesiones y, en aquel momento, eso la hizo sonreír con sinceridad.

Había terminado de lavar la herida y, tras vendarla, ambos se habían quedado viendo a escasos centímetros de distancia. Todo debido a que él se había reincorporado repentinamente.

"Kochô" la llamó y ella notó que sus pupilas se dilataban, consumiendo el azul de sus ojos. "Gracias" finalizó Tomioka y su ritmo cardíaco se disparó por la vergüenza que le produjo una simple palabra de gratitud. Él era tan torpe que llegaba a abrir una brecha de ternura que ignoraba poseer.

Tan irracional al acercar su mano dubitativamente a su rostro, causando cierta expectación en ella y que su corazón se saltara un sólo latido. Tan cuidadoso al acariciar, sólo con las puntas de sus dedos, su mejilla en un roce efímero que la hizo temblar por miedo al no entender lo que estaba pasando.

"Deberías hablar más, Tomioka-san" le había dicho, con la voz en un hilo por la cercanía de él.

"O tus gestos seguirán siendo malinterpretados" había finalizado, en un intento por conservar su cordura, pero él había posado toda su palma en su mejilla y ella no dudó en recargarse en esa mano grande y protectora, terminando por cerrar sus ojos en un momento de insensatez al saberse bien en esa postura.

Cálida y segura junto a un hombre que se había colado poco a poco en su vida, tanto que ni se había dado cuenta.

"No hay nada que malinterpretar, Kochô".

Lo escuchó decir, de forma tensa y ronca, provocando que abriera sus ojos morados para posarlos en él. Timidez e inseguridad, no había dudas para ella, y eso la hizo llevar su mano hacia la mejilla de él, en una réplica perfecta de la caricia masculina. Lo vio tragar saliva y armarse de valor, pero ni así quiso detenerlo, porque no comprendía qué estaba pasando. Sólo se estaba dejando llevar sin saber que sería su perdición.