CAPITULO 24

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IRIS

No, alejate de ella ....

Joder no, ella es mia, no la toques

susurros y más susurros, ¿quien interrumpe mi placentero descanso?

NOOOOOOOOO

quedó sentada en la cama presa del pánico, mi corazón late desbocado, enciendo la lamparita de la mesa y busco al portador de los gritos y susurros

-Antonie - susurro para despertarlo

las cobijas están enredadas en sus piernas, sus manos están hechas puño y aprieta su mandíbula con demasiada fuerza

No la toques, no la toques ... no la toques

sigue jadeando mientras enormes gotas de sudor caen de su frente

-Antonie - lo llamo mas duro esta vez y lo muevo - vamos grandote, despierta - pido zarandeando su cuerpo mientras me subo a horcajadas en el

-te mataré - gruñe mientras su mano toma una pistola bajo su almohada

¿pero que cara ... su frente queda pegada a la mía al sentarse abruptamente casi tirándome de la cama, y el arma apunta directamente hacia ... mí

-Annn ... Antonie - tartamudeo asustada

sus ojos parecen completamente negros, no distingo donde termina su pupila y empieza su iris, respira exaltado mientras el arma sigue tocando mi barbilla, tiemblo cuando no veo mas que determinacion de disparar en sus ojos

-Antonie, baja el arma - suplico

¿como carajos es que puedo hablar aún?, mi cuerpo tiembla y mis huesos se congelan, él me mira parpadeando, una dos y tres veces hasta que vislumbro nuevamente el café en sus ojos, me mira confundido y luego mira su mano y el arma en ella, bufa y la tira por el suelo

-estás aquí - susurra tomándome en sus brazos

me deja sin respiración al hundir mi cabeza en su cuello, toca mi cuerpo confirmando que soy real

-joder, que puto susto - dice en mi oido

-¿estas bien? - pregunto preocupada

-si, no quise asustarte - dice

-¿por qué tienes un arma bajo tu almohada? - formuló

-debo protegerme y protegerte - responde sincero, pero ¿de que?

me mira a los ojos y sus manos toman mi cara, revisa mi barbilla buscando algún daño y suelta el aire al verme completamente bien

-perdoname, no quise apuntarte - habla después de unos segundos

-estoy bien - miento

en realidad estuve a punto de orinarme encima, pero eso no tiene porqué saberlo él

-¿quieres hablar? - pregunto acostándome a su lado

pasa sus manos por su cara frustrado y niega

-solo quiero olvidar - súplica poniendo su mano en mi pierna desnuda

-¿cómo te puedo ayudar? - pregunto inocentemente

-dejame enterrarme en ti, tan fuerte y tan profundo que cuando derrame hasta la última gota de mi semen, sacaré con él las imágenes de mi cabeza - ruega provocando un jadeo de mi parte por sus palabras

¡mierda, mierda y más mierda!, ¿cómo iba a negarme si con solo sus palabras lograba que mi vagina ardiera deseosa de sentirlo, lo que vio en mis ojos le dio pase libre y pronto estuvo encima mío, luego abajo, después al lado y por último detrás dejando marcados sus dedos en mis nalgas y sus dientes en mi cuello y hombros

FLOR DE PORCELANA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora