en un arbol

570 44 3
                                    

Me he dado cuenta de que por alguna razón el cyborg que se hacia llamar genos, me había robado el corazon.
He pasado varios días observándolo de una manera poco discreta, que por supuesto no pasaban desapercibidas, pues genos volteaba de una manera confundida varias veces, pero debido a mi velocidad no lograba verme.
No intentaba hacer nada para acercarme a el, pues me conformaba con solo observarlo.
Me di cuenta de que empezaba a amanecer, porque si, me quedaba algunas noches pensando en ese cyborg hasta que amanecía.
Me levanté del suelo y comencé con mi clásica rutina de entrenamiento, para luego desayunar. Echo esto me encamine en busca de saitama, pues de nuevo me sentía preparado para vencerlo y justamente lo encontré.
Me quede en un árbol esperando un buen momento para atacar, mi clásica sonrisa salia a la luz, pero pose mi mirada al rubio que caminaba junto a saitama.
Me enbobe un largo tiempo mirando su bello rostro y sin darme cuenta perdí el equilibrio y cai.
Debido a que ya era tarde para reaccionar, solo cerré mis ojos fuertemente esperando el golpe, pero extrañamente no sentí nada. Abrí mis ojos confundido y me encontré con los ojos confusos de genos, pues este asta ahora se había dado cuenta de a quien había salvado.
Me lebante rapidamente, para lograr tranquilizarme un poco antes de voltear.
- ¿Otra vez vienes a molestar a saitama sensei? - pregunto genos, mientras fruncía el seño, notoriamente furioso
- vine a vencer por fin a saitama - dije formando mi típica sonrisa, notoriamente emocionado
Genos se puso en guardia, claramente mostrando que no me dejaria pelear con saitama.
No tenía ganas de pelear con el, coloque mi mano en mi cintura, al igual que ponía una cara bastante desinteresada, pero logre notar que el cyborg bajaba su mirada, analizandome de pies a cabeza, logrando que me pusiera nervioso.
- b..bueno, c..como sea, no tengo la intención de pelear con alguien tan inferior como tu, así que me ire - luego de decir eso, mire a saitama desafiante - te salvaste por esta vez
Dicho eso, me fui de ese lugar y al parar en un árbol lejano, saque todo ese nerviosismo que traía.

observandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora