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La primera vez que Beomgyu había sido acosado por un cliente fue apenas dos días después de empezar a trabajar en el burdel

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La primera vez que Beomgyu había sido acosado por un cliente fue apenas dos días después de empezar a trabajar en el burdel.

«Está totalmente prohibido la interacción de trabajador-cliente fuera de Bonne Nuit, quien sea sorprendido dando un servicio fuera de la casa con el contrato en curso será sancionado con un castigo de segundo nivel.»

—No sabes cuánto me encantas, Beomgyu —gruñía el hombre sobre el cuello del muchacho. Beomgyu estaba a punto de soltarse en llanto, sentía sus asquerosas manos tomando su camisa con fuerza al punto de poder rasgarla mientras su lengua pasaba por su clavícula.

Beomgyu iba a vomitar, su estómago estaba revuelto y el nudo en su garganta cada vez era más fuerte hasta el punto de dejarlo sin habla.

Beomgyu estaba a tan solo una cuadra del burdel, acababa de salir luego de terminar sus horas de trabajo. Llevaba una chaqueta de mezclilla y una camiseta negra, en busca de no llamar mucho la atención ya que tenía que irse caminando hasta su casa la cual se encontraba a diez minutos del burdel. Eran las dos de la mañana y ya nadie se encontraba, y no confiaba en los taxis, prefería irse solo que con probablemente un loco de por allí.

Nunca le había ocurrido nada malo o extraño en esos dos días de trabajo, o eso era hasta que el mismo hombre con el que se había acostado por primera vez en su trabajo lo había seguido hasta llevarlo a un costado de la calle en un callejón oscuro.

Entonces allí se encontraba, en el suelo forcejeando con el hombre y gritando por ayuda.

Nadie te ayudará, es muy tarde. Le decía su subconsciente, mientras él lloraba. Ni siquiera había notado cuando ya había quitado su chaqueta, o cuando ya tenía sus manos bajo su camiseta mientras lo tomaba con fuerza, posiblemente dejando marcas a su paso.

Y cuando pensó que no había posibilidad de salir de esa, un hombre tomó al desgraciado de su cuerpo, golpeando su mandíbula y empujándolo lejos de Beomgyu.

—Si no alejas tu asqueroso trasero de aquí te juro que voy a llamar a todos mis amigos y te buscaremos para jodidamente matarte —el hombre tirado en el suelo lo miró con rabia y tocó su mandíbula sangrante. Entonces salió corriendo de allí, lejos y dejando a Beomgyu con su salvador.

El menor no se movía, el frío empezó a consumirlo, y la agitación por el forcejeo aun lo invadía. Estaba asustado.

—Oye, ¿Me recuerdas? —Beomgyu alzó la mirada y miró a los ojos al hombre, asintió. Era uno de los guardias de seguridad del burdel—. Soy Jeongin, soy tu guardaespaldas asignado —se agachó y se quitó su saco negro para ponérselo a Beomgyu sobre sus hombros—. Vamos, tienes que ir a casa, hay mucho frío y mira cómo te dejó ese imbécil.

—Gracias —murmuró en voz baja mientras Jeongin lo ayudaba a levantarse—. Yo puedo irme solo, gracias —dijo apenas pudiendo caminar, sus piernas temblaban tanto que con trabajo se podía levantar.

「 Bonsoir Monsieur 」  |  TaeGyu ‧₊ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora