≡ ˖ ⋆໋ 15 ⁺◦

1.4K 225 178
                                    

Se suponía que cuando estabas enamorado veías todo de color rosa, sonreías todo el tiempo y disfrutabas de buenos momentos, viviendo al máximo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se suponía que cuando estabas enamorado veías todo de color rosa, sonreías todo el tiempo y disfrutabas de buenos momentos, viviendo al máximo.

Pero era como si en vez de toda esa felicidad, un gran ahogo estuviera consumiendo a Beomgyu. No podía sonreír ni siquiera, no podía mirar por más de dos segundos a Taehyun porque allí estaba, esa mujer, vigilándolo y observándolo tanto que parecía odiarlo, con esa mirada tan profunda que solo quería ir a donde ella y preguntarle si todo estaba bien con ella.

Ya habían pasado un par de semanas desde que su puesto de trabajo había cambiado, ahora estaba con Lee Felix, aquel divertido joven el cual se la pasa bromeando, riendo y mostrando una hermosa sonrisa a todos los trabajadores del lugar. Beomgyu no se sentía incómodo o cansado al trabajar con él, al contrario él era tan movido en todo lo que hacía que Beomgyu prácticamente no hacía nada interesante más que pasarle recados de Hani y llevarle un buen café. Hasta se podría decir que Beomgyu agarró un gran cariño por él, tanto como Felix por Beomgyu, hasta el punto de invitarle a su maravillosa boda.

Por otro lado, ya no podía hablar con Taehyun como antes, no cuando su esposa estaba merodeando por la empresa, pareciendo vigilar a su esposo al mismo tiempo que lo llenaba de mimos y besos.

Beomgyu estaba cansado, se sentía tan triste, celoso, enojado.

Frustrado.

Quería ir con Taehyun y besarlo tan profundo que lo hiciera olvidar del infierno que estaba viviendo, que le hiciera olvidar que no podían amarle libremente como querían.

Apenas y habían salido juntos a cenar en un restaurante privado, con comida cara y deliciosa, pero no era tan divertido cuando tenían que mantener un perfil bajo y solo podían besarse en el auto del mayor, escondidos por allí.

No era divertido, no más. Beomgyu ni siquiera sabía si aquello iba a funcionar, sus ojos dolían por las noches que lloraba mientras hablaba con Taehyun, teniendo que callar sus llantos mientras escuchaba la voz preocupada de Taehyun, su voz triste, apagada y desesperada.

No tenía que ser así, tan difícil.

—Buenos días Hani —dijo Beomgyu tomando un sorbo de su café.

—Buen día Beomgyu. Espera, Taehyun me dijo que antes de que vayas a tu lugar designado, pasarás a su oficina —casi sintió sus piernas fallarle. Con su boca seca, caminó hacia la oficina de Taehyun, y a penas Beomgyu se asomó por ella, Taehyun corrió a besarlo, tan profundo y tan duro que Beomgyu solo jadeó entre el beso, abrazando a Taehyun con necesidad, una que nunca antes había sentido.

Se quedaron en silencio un largo rato, ambos abrazados, sin moverse, sin importarles que pasaran minutos allí parados, sin decir nada, solo disfrutando del calor corporal del otro, transmitiéndose cuanto se extrañaban.

No era bueno necesitar de alguien tan fuerte, claro que no lo era, pero sentir a Taehyun cerca lo tranquilizaba, lo hacía feliz. No tenía que besarlo, ni abrazarlo o ni tener sexo, era más que eso, Beomgyu solo quería que tomara su mano, quería que le dijera te amo con solo su sonrisa y ojos.

「 Bonsoir Monsieur 」  |  TaeGyu ‧₊ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora