La lluvia caía lentamente por mi ventana.
Los truenos se hacían más fuertes, y la oscuridad se apoderaba de mi alma.
Ya no sé quien eres, estas quedando en el simple olvido.
Pero una sensación extraña llega a mi cuerpo, y un recuerdo viene a mi mente.
La primera vez que entrelazaste tus dedos con los míos, aquella corriente electrica que sacudio mi cuerpo.
Eramos imperfectos, pero juntos, eramos perfectos.
He de contarte que a sido difícil olvidarte, pero lo estoy consiguiendo.
Aunque aquella noche, pensé. Pensé en ti, y nuestra historia de amor con un final triste.
Me pregunto como te encuentras, cómo estará la situación de tú familia.
13 de febrero. Me he quedado sola en casa, era de mañana, y baje para preparar mi desayuno, estaba la empleada, mis padres habían salido.
Le dije a la empleada, que yo prepararía mi comida.
Preparé pericos, y tome una de las arepas con carne y pollo.
Escuche el timbre de la puerta, era un día soleado.
Tomé la delantera, para abrir la puerta y ahí estabas...
Con tus maletas de viaje, una ramo de rosas y una caja de chocolates... Los que más han de gustarme.
Ahí estabas tú. Otra vez, Andy.