¡Novios por venganza! (Noray)

Capitulo 1

—gracias por venir hoy—dijo el chico de nombre Oliver—hoy Emma y yo les tenemos una noticia—dijo feliz—

Todos los que estaban presentes en aquel lugar prestaban atención a lo que decía el albino.

—solo dilo—dijo entre risitas la chica de nombre Emma—

—bueno, Emma y yo empezamos a salir—dijo al fin el albino—queríamos que ustedes nuestros amigos lo supieran—dijo con una sonrisa—

—felicidades—dijo Gilda—

Todos los presentes los empezaron a felicitar, estaban felices por sus amigos, todos les daban abrazos. Las chicas amenazaban a Oliver—si le haces algo a Emma, si la lastimas, si la engañas, te las verás con nosotras—fueron una de las pocas amenazas que recibió el pobre chico.

Todos estaban felices, excepto dos chicos, Norman y Ray, cuando escucharon esa noticia se les rompió el corazón, si, ellos estaban enamorados de personas que no eran para ellos.

Ray amaba a Oliver desde hace mucho tiempo, se enamoró de él, por qué Oliver lo trataba de una forma diferente que a los demás, tal vez Ray lo malinterpretó todo este tiempo, pero eso no era posible ¡Oliver una vez lo beso en los labios! Eso no hacen los amigos ¿cierto? Bueno tal vez si, pero, una vez hicieron el "amor" ¿eso hacen los amigos? No, claro que no, para Ray, Oliver y él tuvieron algo que nunca pudieron cerrar, un capítulo en la historia que no pudieron terminar, un amor a medias que jamás podrán cerrar.

De solo pensar eso Ray se sentía mal y quería llorar, pero no podía, no enfrente de los causantes de su dolor.

Por otro lado tenemos a los sentimientos encontrados de Norman.

Norman amaba a Emma, amaba su pelo anaranjado, amaba su cara, amaba sus ojos, amaba sus hermosos labios, amaba el contacto cuando sus pieles se encontraban, amaba todo de esa chica, el ama a Emma, realmente amaba a esa chica, ella le propuso varias veces tener "encuentros" el acepto por que era la única forma de ver a Emma tan vulnerable, verla en una cama recostada teniendo varios orgasmos, que él solo le podía dar, y ahora la está viendo salir con un chico que no es el ¿acaso solo para ella el era un tipo de juguete sexual? ¿El solo sentía amor?

Tantos pensamientos invadían su cabeza, eso lo hizo sentir tan pero tan mal.

Sus pensamientos se fueron gracias a la voz de un chico pelinegro.

—muchas gracias por invitarme, pero es hora de que me valla—decía Ray—

—ey todavía no puedes irte—decía Zack—yo te traje y aún no pensaba irme.

—iré caminando, no te preocupes—decía el pelinegro caminando poco a poco a la salida—

Norman vio su oportunidad, y no iba a desperdiciarla.

—alto!—llamó la atención de todos los de aquel lugar—perdón, perdón—se disculpó—yo también ya me iré, yo te puedo llevar Ray.

Algunos se sorprendieron un poco por lo que Norman había dicho, y es que Norman y Ray casi no se llevaban, su "amistad" si así podemos llamarla, era un poco rara, solo se saludaban y era todo.

—no quisiera molestarte Norman—decía Ray—

—no es molestia, vamos—se paró de donde estaba sentado y se empezó a despedirse—gracias y hasta luego.

Camino hacia donde Ray estaba y los dos se dirigieron hacia el carro de Norman.

Norman le abrió la puerta a Ray, este se subió, después Norman se subió. Encendió su carro y empezó a andar. Él conocía la casa de Ray, ya que habían ido a varias reuniones en esa casa.

Ray prendió la radio, y empezó a sonar una canción.

Pero no era cualquier canción, bueno, al menos para cierto albino.

Esa canción era una canción especial, la bailo con Emma, una vez que salieron esa canción sonó y desde ese entonces se convirtió "en la canción"

No pudo evitarlo más y soltó una lagrimas.

Ray no pudo evitar no notarlas.

—Norman—lo llamó en un tono preocupado—¿estas bien?

Norman no pudo más.

—no, no lo estoy, perdí al amor de mi vida, ahora ella está con Oliver y yo aquí sufriendo—dijo entre lágrimas.

Ray lo entendía perfectamente.

—para el carro—dijo el chico—

—q-que?—preguntó Norman—

—que lo pares!

Norman paró el carro enfrente de un puente.

—sígueme—ordeno Ray—

Norman tardo un momentos en captar esa orden, pero lo logro y se bajo.

Se encontró con Ray cerca de las barandas del puente, mientras miraba la luna. Norman se acercó hacia el chico.

Estuvieron así por unos minutos, observando la luna en silencio.

—a mi me gusta Oliver—dijo Ray—se perfectamente cómo te sientes.

—enserio?—pregunto Norman—

—si.

—a mi me gusta Emma—suspiró viendo la luna—

Estuvieron unos minutos así, hasta que Ray habló.

—tengo una idea.

—cual?

—seamos novios.

—QUÉ?!

—falsos, para vengarnos.

Norman lo pensó por unos segundos.

—está bien.

Ray soltó una risita.

—eres fácil de convencer.

—si...tal vez.

—hagamos una promesa—dijo Ray—

—¿promesa?

—si.

—de que?

—solo acepta.

—okey.

Ray se puso en una posición de cuclillas.

—haz lo mismo que yo.

Norman obedeció, se puso de cuclillas al frente donde se encontraba el otro chico.

—dame tus manos.

Norman obedeció, y los dos estaban agarrados de la mano.

—hagamos una promesa bajo esta luna, prometo cumplir nuestra venganza.

—igual, yo igual lo prometo.

—prometo que nadie descubrirá nuestro secreto.

—yo también lo prometo.

—lo prometo.

—lo prometo—repitió Norman—

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Nueva historia!

¿Que les pareció?