LA NUEVA ERA #PGP2025

CAPÍTULO 1. OLVIDO Y RUINAS

Abrió sus ojos de golpe , como si algo la hubiera arrancado del sueño. El frío del suelo y el polvo que cubría sus manos al intentar levantarse la hicieron estremecerse.

Mira a su alrededor pero nada le resulta familiar. No recuerda cómo ha llegado allí, por el aspecto que tiene el lugar está en un colegio abandonado. El aire estaba cargado con un olor agrio a humedad y polvo, y las sombras de los pupitres rotos parecían fantasmas atrapados en el tiempo. Intenta recordar más allá del aula  pero lo único que consigue es chocarse contra un muro, aislando sus recuerdos. Frustrada intenta tumbar el muro, cada intento de recordar era como golpear a un muro indestructible, lo único que logra tras varios minutos intentando destruir ese muro es una jaqueca dolorosa.

Se  sienta encima de un pupitre destartalado. Miró sus manos, sus zapatos de tacón y el vestido negro de encaje que llevaba puesto. Nada de eso le decía quién era. Tampoco sus muñecas desnudas ni la ausencia de joyas en sus orejas. Soltó el moño que recogía su cabello, dejando que una melena castaña, suave y perfectamente ondulada, cayera sobre sus hombros.

Sintió algo incómodo en el sujetador, un leve pinchazo — seguro es el arco del sujetador —  pensó . Sus dedos temblaron al sacar la esclava del sujetador . Las letras"S&P" y la fecha grabada"09-06-2085" parecían gritarle algo desde un pasado que no podía alcanzar . ¿ Quién era ella? ¿ Qué significaba esa fecha? ¿por qué llevaría una esclava en el sujetador?— todo esto es muy extraño.— dice ella en voz alta. Cada pregunta que se hacia se enredaba con el nudo en su garganta.

Un ruido que provenía de la planta de abajo desvanece sus pensamientos.¿Quién será?.Los pasos se oían cada vez más cerca, asustada echo un vistazo al aula, cogió un trozo de cristal del suelo y se lo guardó en el escote con cuidado.

Por la puerta entraron cuatro figuras. Sus ojos se movieron de izquierda a derecha, tratando de leer sus intenciones.

La primera era una chica de estatura media, de cabello oscuro y ojos cálidos, color café. Su mirada era serena, casi maternal, pero sus botas militares golpeaban el suelo con firmeza.

La segunda era más alta,  con cabello rubio platino que enmarcaba unos ojos gélidos como el hielo. Cruzó los brazos frente a su jersey rosa, observándola con frialdad.

La tercera, de cabello castaño recogido en una coleta alta, sostenía un rifle con una mano, mientras sus ojos miel brillaban con desconfianza. Sus labios gruesos y su expresión endurecida la hacían parecer la más peligrosa del grupo.

El cuarto, un chico tan alto que casi tocaba el marco de la puerta, la miraba con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Sus ojos verde lima  parecían perforarla, pero su postura relaja daba a entender que no tenia prisa por actuar.

         — ¿Quienes sois?, ¿Qué queréis? — preguntó con un hilo de voz, tratando de no sonar aterrada.

          — Aquí las preguntas las hacemos nosotros— respondió la chica rubia, con un tono cortante.

           — Mía no seas tan ruda— la reprendió la chica de ojos café, su voz suave y conciliadora— ¿No ves que está asustada?

La chica número dos ya tiene nombre, Mía.

           — No seas tan compasiva Maggie. Ya vimos lo que paso con Matt— La tercera chica, la que sostenía el rifle, frunció el ceño con dureza— . No volveremos a cometer el mismo error.

La chica numero uno se llama Maggie, bonito nombre.

         — Layla nos fiamos de quién no debíamos pero no significa que ella sea una Cavenen. — aclara Maggie.