Veintisiete. 1/?

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Parecía que el lago brillaba con la intensidad del sol, un calor de verano que era agradable para cada uno de los presentes que comían gustosos los sandwiches echos por Jungkook y Jin, reían y platicaban alegremente, de esos pocos momentos que quieres que sean eternos, que solo quieres pasarla bien con los que te rodean, talvez con diferencias de por medio, pero comprarían los mismos sentimientos, empatía, cariño, lealtad, gracia y amistad.

Pocos entendían sus motivos verdaderos para estar juntos siendo enemigos, pero es cierto eso de ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos tenlos aún más cerca.

Se refrescaban esa mañana agradable.

Jin: saben... Es curioso como ocurren más cosas, ¿No lo creen? - dijo tomando la mano de Nam - como nos enamoramos, como nos volvimos amigos y todo eso.

Jimin: lo es - sonrió hacia su mayor -

El ambiente no era para nada incómodo, solo s ella pasaban bien, relajados, como debía ser.

Jungkook se encontraba entre sus dos alfas que lo concentian, acariciaban y besaban, esa cercanía que necesitaban desde hace ya bastante tiempo, toques que eras discretos pero necesitados.

El pequeño Omega llevaba una camisa más abierta mostrando sus dos marcas con orgullo, una en la curvatura de su cuello y la otra junto a esta que se marcaba en su hombro, las dos necesitaban ser renovadas, pero aún así allí estaban.

Le deprimía un poco no poderlas mostrar en casa, pero cuando fuera necesario lo aria.

Sus lobos movían la cola gustosos al sentirse cerca, sentir el aroma que los embriagaba y tenían esa atmósfera muy dulce.

Por su parte Jimin no estaba muy lejos de lo que los demás sentían, se encontraba sentado en el regazo de su novio pálido, comiendo gustoso, el pálido acariciaba delicadamente su espalda, lo acercaba a su pecho y restregaba su cabeza en la contraría, dejando su olor, pues su pequeño aún no tenía una marca dónde lo reclamara como suyo.

Pero pronto lo aria, llevaría una marca echa por el en su lechosa piel, estaba seguro que quería hacerlo, no lo dudaría, solo debía esperar la oportunidad.

Nam tenía sentado a Jin entre sus dos piernas, comía con una mano y la otra no quería despegarla de su pequeño cachorro que se formaba dentro del mayor, de vez en cuando acostaba su cara en el cuello de este e inhalaba sus aromas con fuerza, a parte de sus 3 olores que su hermoso chico tenía, podía percibir el cuarto, leche materna, demostrando que estaba en cinta, su lobo se inflaba de orgullo al saber que traería al mundo un pequeño cachorro suyo, Jin se encontraba muy contento al ser acariciado por su moreno.

Jin bajo su mirada al sentir el tacto del menor en su vientre, sonrió gustoso, pero su sonrisa se borró de un momento al otro cuando pudo observar una sortija de matrimonio en su dedo anular, soltando feromonas de tristeza y enojo, lo que desconcertó al menor.

Nam: Jinnie, estás bien - le susurró al oído -

El mayor se estremeció entre sus brazos, dejo su sandwich a medio comer en uno de los platos que habían llevado y quitó la mano del menor, se levantó, todos lo miraron, el entrecejo dale mayor estaba fruncido, fue cuando todos captaron sus feromonas de enojo.

Jin: ¡ESTAS COMPROMETIDO MALDITO ALFA DE PACOTILLA Y ESTAS AQUI CONMIGO COMO SI NADA!

Grito con todas sus fuerzas, todos voltearon a ver a Nam que se encontraba pálido en su lugar, había olvidado quitarse la sortija de compromiso que compartía con Jimin, aún no estaban completamente casados, pero debían compartir sortijas que indicara que estaban comprometidos.

Jimin se hizo pequeño en los brazos de su novio, cubrió su mano donde también llevaba su sortija, habían olvidado por completo quitárselos.

Nam se levanta rápidamente, intentando acercarse al Omega alterado quien retrocedió.

Jin: no me toques idiota - sus ojos se critalizaban y su lobo gruñía contra el alfa -

El lobo del Omega solo intentaba proteger a su cachorro del alfa, pues después de todo, no tenían un lazo echo, habían omitido ese paso por completo.

No es que el Omega fuera malo, pero estaba en cinta, fácilmente podía alterarse, las emociones le podían jugar una mala pasada y está era una de ellas.

Nam: déjame explicarte, por favor - dijo intentando acercarse -

Todos los demás ya se habían levantado de sus lugares Jungkook intentaba ir con su hermano para consolarlo, pero Tae lo rodeba de la cintura, mirando la escena con nerviosismo, hobi no quería acercarse a su hermano, dos alfas contra un Omega se vería mal, así que solo se quedó en su lugar casi mordiéndose las uñas.

Yoongi quería auxiliar a su hermano mayor, pero su Omega no soltaba su brazo, podía sentirlo nervioso.

Jin: que quieres explicarme, que estás comprometido con otro Omega, eres un maldito - puso una de sus manos en su vientre, queriendo proteger a su cachorro -

Nam: no, no es lo que crees...

Jin: mejor cállate, vete de una puta vez, no quiero verte, fui ingenuo al pensar que podríamos estar juntos - se encontraba con su cara humeda por las lágrimas que resbalaban por sus mejillas -

Jimin no lo soporto más, no podía dejar solo a su amigo

Jimin: lo lamento Jin, no estaba en nuestros planes que supieras esto, esperábamos que para cuándo todo se solucionará poder resolver este problema - soltó el brazo de su novio y sollozaba -

Yoongi: de que hablas - dijo mirándo al de cabellos plateados fijamente -

Jimin: mi padre nos a obligado a comprometernos, intentamos negarnos, pero es probable que mi padre pueda matar a Nam de negarse a casarse con Migo - mostró su sortija -

Yoongi retuvo el aliento por un rato, la realidad les había caído como una tormenta, esa fantasía d restar todos juntos como familia era eso, una fantasía, había amor, cariño y todo lo demás, pero había un problema más grande, que aún no habían notado del todo o lo ignoraban, explotaron su burbuja, no les había dado tiempo de asimilarlo mejor.

Anais GoGo 🌙

Desconocidos - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora