Veinticuatro.

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*Jin narrando*

Acariciaba el bulto inexistente en mi vientre, me reconfortaba de cierto modo, tenía un mes de embarazo, llevaba dentro de mi al pequeño cachorro que se había creado con amor, mucho amor, para ser sinceros, estaba en el columpió de nuestro jardín trasero.

Jin: papi Nam estaba muy emocionado cuando le di la noticia pequeño - estaba muy pequeño mi cachorro, era obvio que no me escucharía, pero me gustaba hablarle -

Jin: sabes, tenía mucho miedo de traerte a este mundo, talvez porque sentía que debía cuidarte solo, o por lo que diría papá, pero se que sea como sea siempre me tendrás a mi y a tu papi Nam, sea lo que seas pequeño - sonreí - también tienes dos tíos que te cuidarán mucho, uno es un poco gruñón y el otro lo más seguro es que será como tener dos pequeños niños en casa

Sonreí y seguí acariciándolo.

Jin; te cuidaremos mi cachorrito o cachorrita, debería ponerte un nombre provisionales, que te parece si te pongo bolita de arroz, a mí me gusta

Suena perfecto - escuché detrás de mi y me sobre salte, busque a la persona que había dicho eso -

Jin: cuánto tiempo tienes parado allí - lo mire serio -

Yoongi: escuché desde la parte en la que me llamaste gruñón - se paró detrás de mi, jalando el columpio y meciendome despacio -

Jin: lo eres - rei bajo -

Yoongi: Jin, no se si lo has pensado - dijo empujando despacio mi espalda - en decirle a papá

Sus palabras me robaron el aliento por un momento, era difícil, sabía que papá entendería pero, como decirlo.

Jin: si lo e pensado, pero como lo hago - agache un poco la cabeza, el columpio no tenía tanta velocidad así que me detuve -

Yoongi: papá no es de mente cerrada y yo creo que el aceptaría tener un nieto tuyo aunque el padre sea del otro clan

Mire al suelo por un momento, quería decírselo cuanto antes pero, nada me aseguraba que reaccionaria positivo

Jin: aún lo estoy pensando, por lo mientras bolita de arroz no a dado síntomas ni nada por el estilo, está tranquilo - sonreí -

Yoongi: pronto lo ara - camino a la casa - cuando estés listo para decirle a papá, dímelo para acompañarte junto con Kookie, sabes que te apoyamos y seré el tío gruñón para mi querido o querida sobrina - volteo a verme dándome su característica sonrisa de ansías -

Asentí y le sonreí también, mis hermanos siempre subieron de apoyo conmigo, mamá hizo bien en criarnos el tiempo que estuvo con nosostros.

*Nam narrando*

Camine con un Jimin cabizbajo a la cabaña alejada del clan, pero dentro de las murallas, dónde viviríamos por un tiempo, le había dado el ramo de flores el cual llevaba a un costado, casi arrastrándolo, no me molestaba, pues después de todo ni uno ni el otro quería esto.

Llegamos al lugar el cual tenía un camino de velas, todo fue echo por las mujeres encargadas de la decoración de la boda, yo no hice absolutamente nada.

No es porque no me llamará la atención Jimin, el es muy lindo, su aroma es agradable y todo el para mí es especial, pero solo podía verlo como mi hermano y ya, nada más.

Lo llevaba sujetado de la mano donde ligeramente caí el listón, después de pasar por el camino de velas llegamos a la puerta de la cabaña, entramos, todo estaba iluminado por velas y el camino de pétalos de flores que llevaba a la habitación.

El cortejo no solo se basaba en besos, abrazos, caricias, si no también en probar por primera vez a tu pareja, fundirse en la cama acolchonada y conocerse más íntimamente, examinar el cuerpo contrarió, familiarizarse uno con el otro, pero abstenerse de realizar el lazo, eso debía pasar después de la boda.

Después de estar dentro cerramos la puerta con seguro y nos quitamos el listón de las muñecas.

Deje el listón en la mesa de la entrada y mire a Jimin, quien seguía con su mirada clavada en el piso, mordí mi mejilla internamente, no quería tocarlo de ningún manera sexual, el se veía tan frágil, tan delicado, como si con tan solo pasar la yema de mis dedos por su brazo podría romperse.

Nam: Jimin - me acerque despacio a el -

No quería asustarlo, no quería que pensara que lo obligaría a hacer algo que no quiere.

El ambiente era muy tenso y se estaba tornando incómodo.

Nam: vamos pequeño, sabes que no te are nada - levanté mis manos demostrándole que no tenía segundas intenciones - estoy conciente de que tienes miedo, tu aroma es muy ácido

Jimin levanto su cabeza lentamente, hasta que nuestras miradas se encontraron.

Jimin: no quiero hacer esto Nam - sollozo -

Nam: no lo aremos, no te are nada Jimin, confía en mí - extendí mis brazos para recibirlo -

Con duda pero necesitado se acercó a mi, escondió su cabeza en mi pecho y acaricie su espalda con dulzura, su aroma poco a poco se normaliso.

Nam: quieres, podemos comer algo, después podemos ver una película, sabes que no podemos salir de aquí, así que tendremos que adaptarnos

El acintio en mi pecho, nos separamos y caminamos a la cocina, para ser sincero no se cocinar absolutamente nada, no me preocupaba porque por el tiempo que estemos aquí nos traerán comida ya echa, vendrán a limpiar y cuando ocurre eso Jimin y yo debemos encerrarnos en nuestro cuarto, no deben vernos en lo que se van las mujeres encargadas de todo eso.

Calentamos y comimos un poco de lo que ya estaba en la nevera, después de eso subimos a la habitación nos encerramos  y vimos una película, el otro punto era como dormiríamos, la cabaña solo tenía una habitación, no podía dormir en la sala porque podrían sospechar que no estábamos realizando el cortejo y arriesgarnos a qué el padre de Jimin nos obligará aún más.

Así que solo optamos porque Jimin duerma en la cama y yo acomodaría unas sábanas y cobijas en el suelo, era más cómodo para los dos.

Después de ver películas, cada quien se cambió con sus respectivas pijamas y nos contamos a dormír.

Jimin se quedó en minutos dormido, podía escuchar sus bajos ronquidos y balbuceos, yo me quedé un momento pensando, con mi cabeza recargada entre mis brazos, pensando a cerca de un Omega de hombros anchos y con un cachorrito mío.

Me emocionaba sentir que al fin podía tener algo propio, un Omega que era solo MIO y MI propio cachorro, una familia.

Mi lobo se sentía muy contento, movía la cola con orgullo y alegría, solo faltaba que marcará Jin, quería hacerlo, estaba decidido a realizar nuestro lazo.

Cómo es que un Omega tan hermoso, llegó a enamorarse de un Alfa tan simple como yo.

Después de pensarlo un buen rato, el sueño se apoderó de mi y cerré mis ojos, con una sola imagen en mi mente, Kim Seokjin.

Anais GoGo 🌙

Desconocidos - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora