"Está canción, es para las personas que tienen identidad propia, saben quienes son y lo que quieren. La sociedad a veces busca cambiarte para que seas como los demás y encajes, pero algunos somos diferentes, no vamos en la misma dirección que la mayoría."
Estoy tan emocionada por volver a subir estar historia 💗
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por su frente escurrían pequeñas y sutiles gotas de sudor, caían y bajaban lentamente por su frente que se empapaba cada vez más;se removía de un lado a otro incomodo, su frente se fruncía, sus labios se encontraban entreabiertos soltando pequeños jadeos, su cara estaba muy roja debido a los forcejeos e incomodidad.
"Porque es una sinfonía agridulce, esta vida, intentas llegar a final de mes, eres un esclavo del dinero, luego te mueres. Te llevaré por el único camino por el que he ido, ya sabes, el que te lleva a los lugares donde todas las venas se encuentran."
—No te vayas—susurro inaudible.
Era el mismo sueño todas la noches, caminando sin rumbo por un gran campo de trigo pasando sus dedos por las hojas, un atardecer era partícipe de la escena junto a ella la brisa meneando su cabello en ondas, caminando sin rumbo, solo posando la vista en el hermoso paisaje, y de pronto como si solo fuera una visión frente a él aparecía la figura de un chico de cabellos dorados, a simple vista podría ver que era sedosos y largo, solo que jamás llegaba a ver su rostro, solo su espalda y su cuerpo era decorado por una gran camisa blanca y pantalones sueltos de igual color; intrigado por saber su apariencia se acercaba con el fin de verlo, pero cada paso parecía alejarse mas.
Corría detrás de él para poder alcanzarlo, mas y más, pero cuando sus dedos quisieron tocar la parte superior de su camisa y todo se derrumbó hasta el punto de despertar de pronto. Agotado y sudoroso.
Se removió incomodo por la blanda superficie que era su cama, desorientado se levantó de golpe de la cómoda y salir de su ensoñación de estos momentos, miro a los lados de su habitación buscando algo, pero no había nadie, solo la luz de la luna acompañándolo e iluminando las fantásticas calles de parís, sus pies descalzos tocaron la superficie fría que llevo una corriente por todo su cuerpo, tambaleándose llego a la mesilla para tener un soporte y no caer al suelo.
Miro la jarra y el vaso en su buro personal y no dudo más, se sirvió un vaso, para tomarlo enseguida, el líquido a travesó sus papilas gustativas, hidratando su garganta, un alivio sintió por todo su ser.
Levanto su cabeza confundido y un poco desorientado; sus cabellos caían delicadamente por su rostro, miro el reloj de pared y casi se le salen los orbes, eran las dos de la madrugada.
