Bleeding Out (OUAT)

Capítulo 6 PETER PAN

Aquel muchacho miró con detalle a cada una de ellas y después, al notar la presencia de otro acompañante, sonrió. El pirata había vuelto a esos viejos rumbos.
Se sentó en un tronco, finamente cortado con las piernas cruzadas y las manos entrelazadas, ya erguido, mirándolos aún más detenidamente, recargo sus brazos contra sus piernas y sus manos entrelazadas debajo de su barbilla.

-¿Que hacen aquí, forasteros?- Preguntó sin quitar esa "diabólica y maldita" sonrisa que Garfio sólo trataba de ignorar.

-Venimos en busca de alguien.

Emma no dijo más. No iba a dar explicaciones, no a alguien que apenas y conocía, mucho menos a un niño del que ni siquiera sabía su nombre.

Él pareció leerle la mente y sin moverse, dirigió una de sus manos a su frente, y la movió como si se tratase de un saludo militar tras pronunciar su nombre. -Peter Pan.

Ágilmente se levantó sobre el tronco, sin ningún esfuerzo y se inclinó ridículamente exagerado, simulando una reverencia.

-Aunque realmente no se si necesite presentación, ya que creo que mi viejo amigo Garfio les habrá contado sobre mí.

Ambas lo miraron, Garfio mantenía su vista fija contra los ojos de Peter.

-No estamos para bromas Pan, ¿haz visto el Jolly Roger por estas tierras?

-Creo que tu lo haz visto antes que yo.

Garfio bufó, ¿cómo se encontraba en ese maldito país de nunca jamás hablando con el mismísimo demonio de esas tierras?
Cierto, el Jolly Roger, tenía que recuperarlo.

-Barba Negra me lo ha quitado y suponemos que debió haber llegado antes que nosotros.

Peter cambió su sonrisa a una mirada seria. Su plan ya estaba en marcha, pero ningún niño perdido le había avisado sobre otra nave en la que no estuviese el capitán Garfio.
¿Y si habían tenido un contratiempo? Bueno, eso era lo de menos, siempre y cuando El Niño llegará con vida. Más le valía a la reina traerlo sano y salvo.
O tal vez los niños perdidos le habían entendido buscar al Jolly Roger y él se esforzó tanto en encontrar a Garfio que había perdido de vista a Barba Negra.

-Los niños perdidos me mantendrán informado, así como yo lo haré contigo si llegó a verlo.

Garfio regreso su mirada a ambas.

-Regresen con la tripulación.

Ninguna se dispuso a irse.

-Quiero un favor. -Habló Emma- Así como avisarás del Jolly Roger, también avisaras sobre si llega una mujer.

Peter sonrió de lado. Hecho eso, Emma tomó del brazo a Elsa y se retiraron.

-Muy bellas damiselas Jones, ¿dónde las conseguiste?
La misma mirada repulsiva atacó a Peter.

-Tú solo haz tu trabajo.

Le dijo, y trató de retirarse.

-Aún me debes un favor, claro, sólo si quieres ver a tu hermano vivo de nuevo.

Refunfuño, mirándolo de nuevo con ira, matándolo con la mirada. -Ni con la magia más oscura podrías hacer eso.

-Tengo varios ases bajo la manga.

Garfio lo miró por un momento, creyendo pensar en el señor oscuro, ¿pero quién sería el segundo?

-¿De qué hablas?

-No diré nada, ya que solo tengo a uno, y para ello necesito tres más.

Garfio negó retrocediendo, volviendo de dónde había vuelto.
Maldito sea el momento en que conoció a Emma.

Cómo si se tratase de un simple juego, Pan tomó su flauta y la empezó a tocar.
Emma buscaba a una mujer, que probablemente sería la reina. Podía entregarle a ella la reina y a Garfio el barco, así se irían lo más pronto posible, y dejarían ignorado al niño que ninguno conocía ni debía conocerlo.
Cayendo la medianoche, volvió a retirarse, regresando con los niños perdidos, se adentró a una de las casitas del árbol. Una que se encontraba bastante bien escondida.

En esa misma, se encontraba una cama donde dormía una niña de cabellos dorados. Se acercó a ella y la arropó bien, sin mirarla, no debía y no tenía por que agarrarle cariño.
Después, siguió su recorrido hasta una parte donde se encontraba un muy pequeño cuarto cubierto de rejillas.

Se sentó y miró al hombre, que estaba sentado y con la mirada perdida.

-Me recuerdas mucho a tu padre. -Le dijo, susurrando, temiendo despertar a la niña.

El hombre bufó riendo.

-Tienes razón, tú eres diferente a él.

Lo miró esperando una respuesta.

-Llamaré a Félix a vigilar el muelle. Tenemos visitas.

El hombre lo miró sorprendido.

-¿Quiénes?- Preguntó.

Pan se limitó a encogerse de hombros y se levantó.
Mandó a su sombra a vigilar y espero al nuevo día.