Tal y como lo había planeado, llegó entrando el anochecer.
Lo primero que divisó fueron dos enormes barcos, uno de ellos vestía con una bandera con una flor dorada, de colores verde y morada, cada una a la mitad; y al otro le daba finta de ser un barco pirata. Se acercó al de la bandera. Dentro de él, los marineros ignoraban el hecho de que aquella mujer había entrado y los oficiales reales cuidaban de una de los camarotes.
Se acercó suponiendo que allí encontraría a la reina.
Dispuesta a dar un paso, una mano enguantada le detuvo por la espalda, Emma se giró, una mujer joven, bien arreglada, con una trenza de lado, con vestido de un color aquamarina con negro, sostenía su mirada fija a la suya.-¿Iba a alguna parte?
-He venido a buscar a alguien- Emma supuso que esa mujer era la consejera de la reina.
-Yo también busco a alguien- Le dijo -Si me dices a quién, tal vez coincidamos.
Emma asintió levemente -¿Y a quién buscas?- Le preguntó.
-A la princesa Emma.
Emma hizo una leve reverencia, no le gustaba hacerlo pero se sentía obligada.
La mujer le devolvió la reverencia- Parece que mi búsqueda término, ¿y tú?
-A la reina Elsa.
Elsa inclinó un poco su cabeza en modo de reverencia.
Ahora sí, Emma estaba sorprendida. La reina era hasta menor que ella; al menos eso había escuchado de una mujer en el mercado, al parecer, la mujer era de Arendelle pero se había casado con un hombre de Mist Haven, y estaba entusiasmada con la noticia de que su reina estuviera en estas tierras. Claro, no le había creído pues se había empeñado en la imagen de la mujer pasada de los cuarenta, aristocrática y estricta.
Si, se decepciono un poco al saber que a quién había creído ser una consejera, era la misma reina. Ahora ella se sentía la vieja. Pero se había quitado un peso de encima, quizá podrían divertirse, o al menos, ya no sería tan aburrido.
Emma tomó el lomo de Volks y este las seguía. Para llegar al castillo, había un atajo donde podrían cruzar la aldea que daba con el bosque y ya adentro, sólo debían tomar una rienda corta.
La aldea, esa noche, estaba más recurrente, pero de las casas, casi todas las linternas estaban apagadas.
"Deben estar durmiendo." Pensó, pero una música le hizo pensar diferente.
La música provenía de una taberna, miró a Elsa, quién merodeaba con la mirada cada parte del bosque con asombro.-¿Tienes hambre?- Le preguntó.
Elsa se encogió de hombros y negó. -Gracias.La verdad, Emma sabía que no tendría hambre y ella tampoco la tenía, pero quería echar un vistazo.
-Bien...- Dijo- De todos modos pasaré por algo de beber, para el camino.
Elsa asintió y se quedó con Volks.
Emma entró a la taberna, y al verla ya entendía todo.
Estaba llena de piratas y borrachos.
¡Pero a qué lugar tan más mono se le ocurrió meterse!Se escabulló hasta la barra y con la capucha puesta ordenó que llenaran de agua una botella.
-¡Les juro que la he visto!- Habló uno de los borrachos -Estaba en el lago para dar a su castillo...
-Su castillo ya ni siquiera existe- Le reclamó un pirata que parecía no haber bebido ni un sorbo de alcohol - Y no había ningún lago.
-¡Por eso!- Le gritó- Es lo que nos hace creer, después de todo, es más bruja que la princesa.
Emma también había pedido un trago, tomaba el vaso de cristal y al escuchar eso, el vaso exploto.
Por suerte, nadie se dio cuenta, la música estaba demasiado alta todos estaban demasiado distraídos para notarlo. Tomó el agua y comenzó a alejarse.
El borracho comenzó a "susurrar", lo cual era irónico porque hacía como si susurrara pero estaba más que gritando.-Hasta la vi con un niño en manos.
Se detuvo y sintió su corazón latir al mil por hora.
Se giró al borracho y lo observó detenidamente. Parecía un pescador y definitivamente olía a pescado.
Se le acercó tirándole una bolsa pequeña llena de monedas de oro.-Llévame con ella.
El pescador la miró - ¿No se supone que bruja encuentra bruja?- Dijo y se rió.
Emma lo tomó de la chaqueta levantándolo.
-Te estoy ofreciendo una buena cantidad de dinero, y no te llevaré a la cárcel por llamarme bruja, sí me ayudas- enfatizó el "sí" y lo miró fríamente.
-Ese viejo no te llevará a ninguna parte - Dijo el pirata.
El pescador echó un vistazo a la bolsa de dinero. Era pequeña pero se veía que tenía buena plata.
-Nos vemos mañana en el muelle, a esta misma hora.
Emma asintió y lo soltó.
Fue cuando vio que había manchado su chaqueta con sangre. De su mano escurría sangre, probablemente había sido del vaso, pero viendo que todos seguían ignorando, se marchó.
Elsa fue la única en notarlo- ¿Princesa Emma, se encuentra bien?
Emma la miró con compasión- Sí, un pequeño accidente, con un clavo, no es nada.
-Hay que curar eso- Se preocupó -Podría infectarse.
Se quitó sus guantes, y tomó su mano herida.
Emma sintió un escalofrío al toparse con las manos de Elsa, estaban frías, más bien parecían congeladas.
-Creo que tus guantes no funcionan mucho- Dijo bromeando.
-Sí que sirven- Rió.
Tocó la herida y Emma gimió de dolor. Pero vaya que nunca había visto tal cosa. En su mano se formó una escarcha que se adentró en la herida, hizo que dejará de sangrar y se cicatrizará.
Ahora Emma quería intentar, cerró y abrió su mano, un destello de luz pequeño apareció entre su cicatriz y ésta desapareció.
Emma rió sorprendida.
-Gracias- Le agradeció y siguieron con su camino- ¿También tienes poderes?
Elsa asintió.
-Nieve y hielo- Creó un copo de nieve con una de sus manos -¿Tú?
-Magia de luz, mejor conocida como "magia buena".
-¿Hay más personas con magia?- Preguntó -¿Cómo nosotras?
-Existen magos poderosos, pero la mayoría son oscuros.
Elsa la miró y Emma sonrió.
-Bienvenida al bosque encantado.
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Bleeding Out (OUAT)
Fiksi PenggemarEmma Swan esta a punto de ascender el trono de Mist Haven, 9 años después de que su hijo se le fuera arrebatado y su esposo muriese. Pero una noche cambia todo su destino, mientras recorría el bosque encantado, en una de las tabernas, un pescador ju...