Subieron al barco, y no fue hasta ese momento en el qué Emma se arrepintió por primera vez.
¿Qué tal qué no había tal reina malvada, y si solo era una mujer con su hijo y los efectos del alcohol lo habían hecho creer que era ella?
Comenzaba a dudar de aquel hombre, y ni que decir del capitán.
Pero si iba a estar en el mismo barco que él... Bueno, el capitán tenía que cuidarse.
Y por si no fuera poco, también se arrepentía de en lo que había metido a Elsa.
Si ella salía herida, sería poco, pero si Elsa fuera la herida, jamás se lo perdonaría.
¿En qué lío se había metido?
-¿Esa quién es?- Preguntaba Garfio mirando a Elsa.
-Una amiga, nos acompañará en esto.
-Mi trato era llevar solo a una persona -Garfio le contestó entre dientes- No a dos.
-¿Y tú tripulación?- Emma cambió el tema.
Garfio se mordió el labio y la miró fríamente. Si las miradas matarán, Emma ya hubiera estado cuatro metros bajo tierra.
-Algunos hombres que lograron irse del Jolly Roger y unos cuantos más que harían lo que fuera por irse de aquí. Mi tripulación es muy aparte de lo tuyo.
Emma asintió.
-¿Y a donde vamos exactamente?- Le preguntó.
-A Nunca Jamás.
Emma no supo cómo responder.
¿Nunca Jamás?
¿Qué diablos iba a hacer la reina en Nunca Jamás?
-¿Sabes porque a ese lugar?- Le preguntó.
-Yo que diablos sé- Le contestó y tomo un poco de su ron -Quiere conservarse joven o tiene un asunto a cuentas con Peter Pan, yo que sé.
Emma lo miró.
Asintió mirando a Elsa.
-¿Tienes las habichuelas?- Preguntó Elsa.
-Por supuesto que sí- Asintió Garfio- Ahora damas, sujétense.
Comenzó a subir las escaleras para tomar el timón.
-¡Leven anclas e icen las velas!- Gritó a la tripulación -¡Hasta la segunda estrella a la derecha y recto hasta el amanecer!
Y así fue, arrojó la habichuela, y el barco calló.
Después de una tormenta, el barco volvió al agua, como si nada hubiera pasado.
Emma miró tierra, una isla se formaba ante ellos.
-¿Es ese Nunca Jamás?- Le preguntó a Garfio.
Garfio volvió a morderse el labio inferior, tratando de disimular el rencor a esas tierras y sus habitantes. Pero el precio valía la pena, y si eso significaba una oportunidad de encontrar al Jolly Roger y arrebatarlo de las manos de Barba Negra, bueno... Pisar esas tierras malditas valía aun más -Sí.
Emma miró la tierra y se preguntó si su hijo realmente estaría allí.
¿Cómo sería, como lo llamarían?
Desde que lo vio por primera vez, se imaginó la viva imagen de Baelfire, sabía que sería idéntico a él, pero toda su felicidad se esfumó cuando la neblina morada apareció. Había aprendido a odiar el morado con cada recuerdo. No sabía que nombre tendría su hijo, ni siquiera le había dado tiempo de ponerle un nombre.
Estaba destrozada y aunque no lo pareciera, por un minuto, el pirata le dio una esperanza al aceptar llevarla, pues eso, significaba un paso más cerca hacia su hijo.
Cuando tocaron tierra, Garfio se limitó a recorrer cada parte de la isla con la mirada.
Tal y como la recordaba.
Sucia y maldita como el primer día que la piso.
Miró a la reina y a la princesa.
-Pase lo que pase, no tomen ni beban nada que sea de estas tierras, tengan cuidado por donde caminan y no hablen con nadie que sea de aquí.
Las dos asintieron.
Después de una larga caminata, llegado el momento del amanecer, los hombres de Garfio alzaron campañas y crearon una fogata.
Garfio se empeñaba a su ron, las dos temían que se pasara de borracho y a la mañana siguiente despertaran sin un capitán.
Emma le quitó la botella y Garfio pareció enfadarse.
-¡Qué diablos haces!- Le gritó tratando de tomar de nuevo la botella -¡Devuélveme la estúpida botella!
-No lo haré- Dijo Elsa tomando la botella -No te emborracharas ni esta ni ninguna noche.
Garfio la miró de mala gana. -¿Que harás princesita, congelarme?
Elsa suspiró clavándole una mirada fija y fría. Apretó la botella, con fuerza. Tanto el ron como la botella se volvieron hielo sólido. -No volverás a beber hasta que encontremos tanto tu barco, como al hijo de Emma.
Se apartó y Emma la miró sorprendida.
Garfio miró a Emma.
-¿Tu amiga es ruda no es así?
-No me mires...- Le dijo -Llevo menos de una semana de conocerla.
-¿Y a eso llamas "amistad?
Emma volvió su mirada a Elsa -Sí te refieres a que le tengo confianza y aprecio... Sí, y créeme, es más de lo que podré llegar a tenerte.
Dicho eso, se apartó.
Quedó al mismo paso que Elsa y la miró.
-¿Y bien?- Le preguntó Elsa.
-¿Y bien...?- Dudó Emma.
-¿Sabes cómo reconocerás a tu hijo?
-Bueno, debe ser el único niño capaz de estar cerca de la reina malvada.
-Por lo que he leído, Nunca Jamás esta lleno de niños. Supongo tu respuesta te será de mucha utilidad.
-Supongo que debe ser cierto.
Emma se detuvo.
-¿Escuchas eso?
Elsa asintió.
Lamentos inundaban esa parte del bosque.
Emma, dispuesta a seguir el ruido, fue detenida por la mano de Garfio.
-Les dije que pase lo que pase. No sigan a nadie.
-No seguimos a nadie- Rezongó Emma.
-No ahora. -Un "niño" apareció frente a ellos, sonriendo de oreja a oreja, dándoles la bienvenida.
ESTÁS LEYENDO
Bleeding Out (OUAT)
FanfictionEmma Swan esta a punto de ascender el trono de Mist Haven, 9 años después de que su hijo se le fuera arrebatado y su esposo muriese. Pero una noche cambia todo su destino, mientras recorría el bosque encantado, en una de las tabernas, un pescador ju...