Hola! Hola! :D
Aquí de nuevo reportándome con otro capítulo de las aventuras de URSS antes de la revolución XD
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Y sé que mostrarás moderación en el ejercicio de tu gran poder...
Finlandia miró a Unión de manera excéptica mientras ambos caminaban silenciosamente hacia la oficina de Zarist, tratando por todos los medios de pasar desapercibidos para los empleados del palacio, poniendo especial atención a los guardias. Por la mañana, el joven hijo del Zar se había enterado que uno de los representantes de un reino en los Balcanes iba a llegar a Petesburgo para tener una audiencia privada con su padre, lo cual significaba entre líneas que había una fuerte posibilidad de que el imperio entrara abiertamente dentro de aquella tensión insostenible que se estaba viviendo en Europa.
Aunque todavía no hubiese estallado ningún conflicto armado de gran magnitud o importancia, el joven heredero sospechaba que solo era cuestión de tiempo para que alguien cometiera un error, una mala decisión tomada era más que suficiente para que todos se apuntaran con armas dispuestos a lo que sea con el único fin de obtener el privilegio de la victoria, por no mencionar los territorios que pudieran arrebatarles a los perdedores.
—Quiero pensar que estás consciente de que tú padre nos va a mandar como mínimo a Siberia si se entera que estamos espiando tan descaradamente una conversación política importante, claro si es que no lo hacemos enojar y directamente nos asesina con sus propias manos en cuanto nos atrape. —Le susurró el nórdico a su amigo una vez que ambos estuvieron en posición detrás de la puerta del despacho principal. La madera era bastante gruesa pero nada que un buen oído no pudiera escuchar.
—Dudo mucho que mi padre esté lo suficientemente disponible para ocuparse de nosotros, solo debemos ser cuidadosos, sé que se está debilitando, lo he podido comprobar con los diversos intentos de asesinato que ha tenido que superar y él sabe que el pueblo lo detesta, que está inconforme y ansía un cambio de inmediato. —Y era verdad, ya no solo se trataban de revueltas pacíficas buscando hacerse oír, ya no eran suplicas por un poco de comprensión por parte del Zar para que dejara de suprimir al pueblo que todavía manejaba un precario sistema de terrible esclavitud a pesar de que ésta había sido abolida oficialmente años atrás; se acabaron los buenos modos, se acabaron los años de sumisión, el pueblo quería representación y la querían YA sin importar el costo.
—Si, he escuchado cómo han aplacado esas revueltas, no solo aquí en Petesburgo sino también en Moscú. —Finlandia suprimió un escalofrío al recordar a los miles de estudiantes y obreros perseguidos y asesinados sin piedad por la Ojrana; muchos tuvieron que cambiarse de nombre, de vida o huir sin más remedio del imperio para irse a refugiar a algún otro país de Europa. —Al menos espero que tengas un plan de respaldo para nosotros por si las cosas no terminan saliendo como lo planeaste, todavía tenemos que sacar adelante este enorme territorio juntos.
Unión lo miró con expresión de obviedad, pues ya tenía bastante experiencia a la hora de recolectar información valiosa sobre los movimientos que su padre hacía, procuraba que sus informantes estuvieran siempre a un paso delante de los espías imperiales; por suerte y gracias a la cercanía que tenía con el pueblo logró reclutar secretamente en sus filas a muchos jovenes visionarios que compartían sus ideales, fieles servidores a su buena causa. También sabía que un mínimo error podía costarle muy caro, pero podía jugarse todo lo que tenía a que ésta vez bien valía la pena el riesgo. Detrás de la puerta ambos jóvenes podían escuchar la voz serena del Imperio Ruso, después de unos segundos de silencio otra voz más inquieta y salvaje le respondía, evidentemente nerviosa pues el acento se le marcaba con fuerza a cada palabra expresada.
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Yablochki
FanfictionDesde el principio, la primera vez que lo vio, Imperio Ruso supo que su hijo era especial. Tal vez, estando demasiado cegado en su orgullo paternal, no pensó que aquel joven al que había cuidado con tanto esmero y dedicación llegase en algún momento...