Llamadme W.
Sin embargo, lo que no estaba en las manos de la Sra. Wood eran los lances del destino. Pues al tener que atender de momento, algunas urgencias relacionadas con la academia, el profesor Charles Brandon tuvo que partir, no sin antes enviar para tal cometido a la casa, a una deliciosa jovencita: la encantadora señorita Eleanor Green, no tanto, sin embargo, como su nobilísima educanda. En Eleanor, Brandon delegó la noble y titánica labor de educar a su prometida invidente, tarea particularmente difícil pues, al no poder percibir los caracteres escritos, Miss Green se servía del sistema de Luis Braille; un método táctil de hojas perforadas que los invidentes podían "leer" sin mirar...
Para mí fue la oportunidad perfecta de infiltrarme en la casa, ya con la ausencia de mi rival, pude ir y venir libremente y me permitiera acercarme a la Srita. Petal, que ya desde entonces amaba los arreglos florales que llegaban a la casa, pero también, y más íntimamente las esquelas con flores secas, presionadas en un libro, que le hacía llegar cuando la Sra. Wood no miraba... Y yo esperaba pacientemente mi momento de hablar en privado con la srita Petal.
En cierta ocasión, en que a mi establecimiento llegó un pedido de diez arreglos de violetas para el recibidor y la sala, le dí el día libre a mi ayudante, me afeité la barba de tres días, me puse la rigurosa librea para las entregas en las casas más elegantes, puse los diez adornos en el carretón y me encaminé yo mismo a la honorable casa. Era mi ocasión y no iba a desperdiciarla en ridículas esquelas esta vez.
La Srita. Green en persona me abrió la puerta. Se notaba que quería quedar bien con el ama de llaves de la casa, pues en agradecimiento a tantas y tan finas atenciones que el Profesor Charles Brandon le brindaba (¡dejar a su única pupila en manos de una mujer! Debe ser admirable) ... o tal vez por motivos de muy distinta índole... el Profesor Brandon no deja de ser hombre, y como tal, vulnerable, y quizá Eleanor, en su fuero interno sopesase... espero que ella no estuviera mal pagada, pues es difícil para las mujeres abrirse paso solas en estos tiempos.
En cuanto la Sra. Wood empezó a dar órdenes de dónde, y cómo irían ordenados los aliños florales, la Srita. Petal bajó sin ayuda del pasamanos, como una ninfa que supiera perfectamente donde pisar... me quedé arrobado contemplando tan magnífica visión, que casi no oí que Olivia me saludaba:
-¡Buenos días, caballero! No puedo verle, pero lo escucho respirar... pase, por favor, al recibidor.
¡Demonios! Me sudan las manos, por eso ofrecí a la señorita mi firme brazo, para ver los detalles del pago, mientras le deslizaba una carta apasionada entre los dedos discretamente...
Parecía que Miss Green, si mis ojos no me engañan, estaba a la espera de algo, y acunaba vanas esperanzas por haber visto, o creído ver en el profesor Brandon, una manera muy concreta de mirarla cuando ella no lo miraba, una mirada diferente y notar en sus formas y modales un cambio. Podría servirme de ella, para distraer al bienamado profesor pero... ¿Sería Eleanor Green alguien de fiar, o tenía más fidelidad por sus amos y la casa a la que diligentemente servía? pensaba mientras la veía entrar a la casa, todos los días a la misma hora. Podría incluso jurar, que las ansias le devoraban a él en aquellas ocasiones en que se quedaban a solas o al menos eso creían ellos, y su proximidad era tan cercana que sentía su respiración sobre los rizos de la dama... al menos hasta que la distrajo mi adorada Olivia, sin sospechar que yo las escuchaba atentamente:
-Dígame, señorita Green, ¿Cómo reconocer, y en todo caso, no confundir el amor verdadero?- la que había hablado primero era Olivia, que interrumpió la lección de latín al notar la abstracción de la Srita Green frente a la ventana.
-Debo decir, en honor a la verdad que cuanto más amo menos entiendo, pues todas las veces que me enamoré (que espero me crea usted, han sido bien pocas) sentí un amor genuino e incendiario. Por lo que sé el amor no es algo que usted da y menos le queda, por el contrario, entre más da, más recibe usted, pero cuénteme, ¿Por qué le inquieta a usted eso? ¿No es usted demasiado joven? Hay experiencias, que llegan en su momento, cuando sea lo indicado...
-La Sra. Wood considera que cualquier momento es un buen momento, y que todo hombre de alcurnia es el indicado... además que pronto cumpliré 16, que es la edad en que mi pobre madre se matrimonió...
-..Y que está en la gloria de Dios, srita. Petal. Pero tiene usted razón en algo : su madre, en su momento. Hoy día, las mujeres pueden aspirar a tener una preparación y desenvolverse en la vida...
-Pero yo soy ciega, señorita Green, necesito a alguien que, literalmente, vea por mí...
-Pero también es muy inteligente, perspicaz e intuitiva, Olivia, y además, créame que pese a los pocos meses que la conozco, ya la aprecio como una íntima amiga...
-Jajaja, ya habla usted como la Sra. Wood- replicó ella, haciendo una pausa, a ver si se aparecía la aludida... continuó cuando solo oyó el silencio- pero también comparto su simpatía. Es por eso que quiero rogarle que me lea una carta que he recibido... antes me las leía May, pero al casarse ella dejó su trabajo en esta casa, como ud. sabe...
Con voz clara, la Señorita Green comenzó a leer en voz, pero no tan alta que pudieran escucharme los criados:
"Mi bellísima O.
El nacimiento de las rosas me recuerda tanto a la mañana en que te vi. En ese momento supe que eras un ángel que daba calor a mis días y emoción a mi vivir. He pensado que, al igual que la bella Rosamunda y Enrique II, el nuestro es un amor vedado, franqueado por un laberinto de flores. Espero me concedas, la gracia de mirarte, pues la vida me sabe a poco, si no tengo esa dicha... Mi preciosa dama, ¡Yo me las arreglaré para llegar a ti".
W.
Tanto Eleanor como Olivia suspiraron a un tiempo, ella por la emoción quiero creer, y la primera por haber leído toda la carta de un tirón. ¡Así que Eleanor lo sabe también ya! Pero no tenía otra opción mejor, no sé a quién recurrir que no sea el profesor Brandon para escribir en Braille, y el tiempo apremia... Ahora sólo resta saber si puedo contar con ella... o me traicionará... en todo caso, le devolvió la carta a Miss Petal, y no le hizo preguntas, aunque cualquiera que pudiera entender una mirada, sabía que su corazón ardía en mil pensamientos...
-Señorita Green, ¿Debe una joven seguir a su corazón por sus inclinaciones amorosas, o a aquello para lo que se la ha dicho que debe hacer?
-Pues primero debemos saber si las intenciones de este joven son honestas...
Me pareció una buena respuesta. Presiento que Miss Green no me delatará, al menos no ahora.
-¡Oh, es que no sé cuándo podrá ser eso! Señorita Green, prométame que hará todo lo posible por ayudarme!
Ante la emoción, Olivia levantó la voz, y oímos pasos en el corredor... La Sra Wood ya volvía. Miss Green le sujetó fuertemente las manos para confortarla y hacerle saber que su secreto estaba a salvo con ella... ¡Lo sabía! Creo que puedo confiar en ella.
-Pues repitamos la lección una vez más ... Omnia vincit amor: Todo lo vence el amor...
-Militia species amor est... El amor es una especie de guerra...
Al finalizar la lección de latín, Olivia tomó un descanso en el jardín, oportunidad que tomó al vuelo la Sra. Wood para detenerla:
-Le sugiero, como buena amiga que soy, se limite a hacer su trabajo y no se interponga en la felicidad de una joven que ha sufrido mucho...
Ah, entonces sí que estaba escuchando detrás de las paredes como una rata a la hora de la lección. Estas casas son viejas pero no crujen de balde.
-Agradezco su consejo, pero yo soy la que más se preocupa por ella...
-...y por esa razón, le suplico que no alimente fantasías infantiles que no tienen ningún futuro...
Ay, pero ha cometido un error.
-¿Eso significa, que usted sabe quién es W? Y eso tuvo qué tener impacto en ella, pues jamás la ví palidecer antes. Pero tuvo que interrumpirse, pues sonaron pasos en el recibidor...
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Baile de San Valentín
FanfictionEs un hecho reconocido internacionalmente que una joven hermosa, virtuosa y sobre todo, de buen linaje, requiere de un esposo que pueda ver por ella y hacerse cargo de los negocios familiares. Deliciosa parodia del minijuego DU!TP escrita en el esti...