Ahora nos abrazamos en sueños

Sí, tenías razón...

Si, tenías razón. Mi miedo es estar sola. Me corrompe de una forma inimaginable, fuera de lo común. Siempre existió en mi ese anhelo de estar acompañada, de sentirme realmente acompañada; de que alguien se siente a mi lado y me diga que todo va a estar bien en el peor momento, que me abrace, que me haga sentir algo. Sí, tenías razón. Estoy aterrada de la idea de quedarme sola. No me es difícil verme sentada en el rincón de una habitación vacía. Es como un recuerdo doloroso de algo que nunca viví. Una angustia constante que me atociga incansablemente; un peso en la nuca; dos manos que me toman por las muñecas y me empujan hacia abajo. Como un ave con el ala rota, como un navío perdido, como una hoja perdiéndose en el mar; Como dos gotas calientes cayendo por debajo de mis ojos. Es constante, no para, no me deja en paz, me castiga, me duele, me hiere. 

Arde, quema...
Basta, por favor.