olicitud- ¡Oye! Realmente amo tu trabajo. ¿Puedo pedir un Scott / Pack, imaginar dónde es el aniversario de la muerte del padre del lector y ella está realmente deprimida? Y la manada hace cosas buenas por ella durante toda la semana y Scott es un novio súper lindo. Super esponjoso. ¡¡Muchas gracias!!
N / A- ¡Gracias amor! Espero que sea suficiente para ti y es posible que lo haya cambiado un poco
Scott se apoyó en su casillero, frunciendo el ceño con tristeza ante los seis mensajes no leídos que le había enviado. Se enviaban mensajes de texto todas las mañanas, pero hoy no respondieron a ninguno de ellos. Tampoco te habías presentado a la escuela, y eso solo hizo que Scott se preocupara más.
"¿Qué pasa, amigo?" Preguntó Stiles. "Pareces un cachorro pateado. ¿O debería decir un hombre lobo pateado?
Scott miró a su mejor amigo, haciéndole saber que era demasiado temprano en la mañana para ese tipo de bromas. Stiles se encogió de hombros, mirando el teléfono de Scott. "En serio, ¿qué pasa?"
"S / n, no ha estado respondiendo a ninguno de mis mensajes", le dijo Scott. "Y ella ha estado muy distante estos últimos días. Estoy empezando a pensar que algo anda mal ".
"Extraño", dijo Stiles. "Tal vez esté enferma".
"Se veía bien ayer. Bueno, cuando realmente la vi ", dijo Scott pensativo. "Creo que me está evitando".
"Ella nos está evitando a todos", dijo una voz a su lado.
Scott y Stiles miraron para ver a Lydia parada junto a ellos como si hubiera aparecido de la nada.
"Jesucristo", comentó Stiles. "¿Cómo haces eso? ¡Y con tacones también!
"¿Hacer qué?" Preguntó Lydia mientras levantaba una ceja. "¿Caminar hacia ti sin que te des cuenta? Creo que tiene más que ver con tu falta de habilidades de observación que con cualquier otra cosa ".
Stiles retrocedió ofendido mientras entrecerraba los ojos hacia la rubia fresa, levantando la mano para señalarla con un dedo acusador.
"¿Sabes qué, Lydia-"
Scott se aclaró la garganta, enviando a su mejor amigo una mirada penetrante. "¿Qué pasa con, Y / n? ¿Paso algo?"
"¿S / n?" preguntó otra voz, y Scott, Stiles y Lydia miraron al final del pasillo para ver a Malia acercándose a ellos con Kira a cuestas. "¿Algo anda mal con Y / n?"
Lydia miró de Scott a Malia, frunciendo los labios. "No sé qué tan cómoda se sentiría si yo transmitiera esto a todos, pero hoy es el aniversario de la muerte de su padre".
"Oh, Dios mío", respiró Scott, sintiéndose como el peor novio del mundo. "¿Como podría olvidarlo?"
"¿Cuánto tiempo hace que sucedió?" Preguntó Kira en voz baja.
"Hace dos años", le dijo Lydia. "Estaban muy cerca y la golpeó bastante. Sin mencionar que estaba pasando toda esta mierda sobrenatural, por lo que no había pasado mucho tiempo en casa antes de que sucediera ".
Scott tragó saliva, sabiendo lo cerca que habías estado con tu padre. Decir que estaba devastado cuando murió sería quedarse corto. Era como si todo tu mundo se hubiera derrumbado a tu alrededor, y no lo sabías en ese momento, pero había hecho mucho para moldear quién eras.
Durante ese tiempo, Scott se había convertido en tu hombro para llorar. Con su padre básicamente MIA durante la mayor parte de su vida, Scott sabía lo que era tener un solo padre. Aunque no entendía exactamente cómo te sentías, era un buen amigo para tener de tu lado.
Durante todas esas noches en las que te quedaste hablando entre ellos, te habías enamorado de Scott y él había hecho lo mismo. Él era tu roca, y tú eras suya, y ninguno de los dos lo querría de otra manera.
Por eso estaba tan preocupado por ti. Por lo general, cuando estabas molesto, acudías a él, pero hoy parecía que ni siquiera eras capaz de hacer eso.
"Voy a ver cómo está", anunció Scott.
"Scott", dijo Stiles en voz baja. "Quizás no sea una buena idea. Parece que solo quiere estar sola ".
"No me importa", le dijo Scott. "Ella no debería estar sola".
Con eso, se subió la mochila al hombro y se colocó el casco bajo el brazo, caminando por el pasillo y hacia el estacionamiento.
Te quedaste inmóvil en tu cama, con la cara medio enterrada en la almohada mientras las lágrimas caían de tus ojos. Sabía que debería haberse levantado y estar listo para la escuela hace una hora, pero cuando abrió los ojos esa mañana se dio cuenta de que no tenía ningún deseo de hacer nada más que estar acostado.
Debería haber tenido hambre como siempre por la mañana, pero su apetito era prácticamente inexistente. Tu madre había venido a ver cómo estabas antes de irse al trabajo, pero se había ido hace un tiempo, dejándote solo en tu casa vacía.
Te habías despertado a la hora habitual y escuchaste el familiar ping de Scott enviándote un mensaje de texto, pero no pudiste encontrar la voluntad para alcanzar tu teléfono. Durante la siguiente hora, Scott te envió mensajes de texto repetidamente, pero nunca tomaste tu teléfono, ni siquiera una vez.
El aniversario de la muerte de tu padre siempre te golpeó como una tonelada de ladrillos, y tu madre te conocía lo suficientemente bien como para no quedarse en casa y preocuparse por ti. Estabas agradecido por el silencio, pero no te hizo sentir mejor. Ahora estabas solo sin nada más que tus pensamientos y recuerdos, y sin nadie que alejara los pensamientos dolorosos.
No era justo que tu padre te hubiera dejado tan pronto, y ahora nunca podría verte graduarte ni llevarte por el pasillo el día de tu boda. No, no fue justo en absoluto, y pensar en esto hizo que otra ola de dolor paralizante se apoderara de ti.
Ni siquiera escuchaste la puerta de tu casa abrirse, o los pasos preocupados que subían por las escaleras. Fue solo cuando sonó un ligero golpe en su puerta que finalmente se dio cuenta de que había alguien en su casa.
"¿S / n?" una voz llamó suavemente. "Soy yo."
Te diste cuenta de que era Scott y rápidamente te giraste, no queriendo que te viera deprimido y agotado. Al oír el sonido de la puerta abriéndose, se tapó la cabeza con las mantas, esperando poder engañarlo haciéndole creer que estaba dormido.
Escuchaste a Scott caminar hacia la cama, sentándose en el borde y colocando suavemente su mano sobre tu hombro cubierto. "Sé que estás despierto".
"Vete", susurraste.
Scott frunció el ceño, extendió la mano y bajó suavemente las mantas de la cara. "Vine a ver cómo estabas."
"Estoy bien", le dijiste con voz ronca, con la voz ronca de tanto llorar. "Puedes irte ahora."
"S / n", dijo Scott. "Sé que estás sufriendo, pero no tienes que estar solo. No tenemos que hablar, pero no debes esconderte de todos ".
Extendió la mano, pasando una mano por tu cabello para alisarlo, algo que tu padre siempre había hecho. Con su toque, rompiste a llorar, odiando la familiaridad.
"Se ha ido, Scott", graznó. "Han pasado dos años y todavía duele tanto".
"Lo sé", te dijo. "Pero no siempre será así".
"¿Cómo lo sabes?" susurraste.
"Porque lo hago, ¿de acuerdo? Y no te voy a dejar nunca. Estaré a tu lado y te ayudaré a superar esto ".
Asintió con la cabeza, estirando la mano para secarse los ojos con el dorso de la mano. Scott se sentó, se quitó los zapatos y se metió debajo de las sábanas. Se deslizó a tu lado, envolvió un brazo alrededor de ti y te acercó a él. Aceptaste su toque, acurrucándote contra su pecho y comenzando a llorar de nuevo.
Tus lágrimas se filtraron en su camisa, empapando el algodón, pero no le importó. Apretó sus brazos alrededor de ti, besando la parte superior de tu cabeza y simplemente sosteniéndote en sus brazos.
Habían pasado tres días desde que te perdiste el primer día de clases, pero finalmente regresaste y comenzaste a funcionar como una persona normal nuevamente. Habías desayunado, te pidió que te llevara Scott y llegaste a la escuela a tiempo.
Sacaste los libros de texto de tu casillero mientras Scott estaba a tu lado, feliz de que estuvieras sonriendo y riendo de nuevo. Acababa de cerrar su casillero cuando sintió que un par de brazos lo rodeaban por detrás.
Te quedaste paralizado, estirando el cuello y mirando hacia arriba para ver a Malia abrazándote por detrás.
"Uh, hola Malia", le dijiste, frunciendo el ceño.
"Hola", dijo, alejándose de ti. "Olías triste, y a Stiles siempre le gusta que lo abracen cuando está triste, así que pensé que haría eso por ti".
"Aw", dijiste, muy conmovido por el gesto de Malia. "Gracias, Mals."
Miraste a Scott, solo para verlo sonriéndote suavemente. Extendiste su mano, solo para ser interrumpido por una voz que gritaba tu nombre desde el final del pasillo. Miraste hacia atrás, mirando detrás de Malia para ver a Lydia y Kira corriendo hacia ti.
"Has vuelto", dijo Lydia, su rostro esbozando una brillante sonrisa.
Kira te ofreció algo y te diste cuenta de que era una lata de galletas. "Hicimos esto para ti. Bueno, Lydia los hizo para ti. Quemé el primer lote cuando traté de ayudar, así que después de eso solo brindé apoyo moral ".
No pudiste evitar reír cuando le quitaste la lata de las manos. "Gracias chicos. Eso fue muy dulce de tu parte ".
"Son chispas de chocolate", te dijo Lydia. "Sé que son tus favoritos y, además, ¿a quién no le encantan las chispas de chocolate?"
"De acuerdo", le dijiste con una sonrisa.
"Hey, T / n", dijo Stiles, acercándose a Scott y dándote una suave sonrisa. "Qué bien tenerte aquí de nuevo."
"Gracias, Stiles", le dijiste.
"No hay problema, y oye, a veces voy al cementerio a visitar a mi mamá. Sé que haces lo mismo por tu papá, y quiero que sepas que si alguna vez quieres compañía, siempre estaré aquí ".
Sonreiste, sintiendo que tu corazón se hinchaba ante la sinceridad de sus palabras. "Gracias."
Fue entonces cuando sonó la campana, y con algunas despedidas rápidas, todos menos Scott se dirigían a sus respectivas clases. Le devolviste la mirada, arqueando las cejas. "¿Les convenciste para que hicieran eso?"
"No", te dijo con sinceridad. "Todos estaban realmente preocupados. Están contentos de tenerte de vuelta y yo también ".
Scott te acercó más, entrelazando una de sus manos con las tuyas mientras te daba un beso corto. Levantó la mano libre, pasó el pulgar por tu mejilla y sonrió ante el beso.
"Vamos a llegar tarde", murmuraste contra sus labios.
"No me importa", susurró, atrayéndote de nuevo.
Sonreiste contra sus labios, agradecida de tener un novio y amigos tan solidarios. Las cosas no siempre fueron perfectas y, a veces, la vida hizo que te cayeras de culo, pero afortunadamente siempre estuvieron ahí para levantarte.
