two

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Mantuve la puerta abierta con mi hombro, mis manos llenas con una bolsa de palomitas y una botella de refresco. Caminé hacia la habitación adjunta y me dejé caer en la silla giratoria. Como siempre, Jisung se hallaba rodeado de ropa.

Dejando mi botella en el escritorio en medio del desastre de cuadernos y libros, llevé un puñado de palomitas a mi boca y lo miré mientras se deslizaba dentro de unos pantalones.

—¿A dónde vas esta noche?

—Mulvaney.

—No es tu lugar de siempre.

—Freemont se ha llenado de idiotas.

—Pensé que eso era lo tuyo.

—El año pasado tal vez. Terminé con eso. Este año me interesa más... —Movió la cabeza, examinándose en el espejo—... grandes, supongo. No más adolescentes para mí. —Me lanzó una sonrisa de nuevo—. ¿Quieres venir?

Negué con la cabeza. —Tengo clase mañana.

—Sí. Como a las nueve y media. —Agitó la cabeza con disgusto—. Vamos. Mi clase es a las ocho.

—A la que probablemente faltarás.

Sonrió. —El profesor nunca pasa lista. Le pediré las notas a alguien.

Posiblemente una desafortunada estudiante de primer año que se quedaba con la lengua trabada cuando Jisung se acercaba. Seguramente le ofrecería su riñón si lo pidiera.

Jeongin entró en la habitación envuelto en una bata y cargando sus cosas de baño.

—Oye, Seungmin. ¿Sales con nosotros hoy?

Mi mano se congeló en la bolsa de palomitas.

—¿Tú también vas? —Eso sería raro. Jeongin pasaba la mayoría de las noches con su pareja.

Asintió. —Sí, está estudiando para un gran examen que tiene mañana, así que ¿por qué no? Mulvaney es genial. Vence a Freemont.

Jisung me lanzó una mirada de te-lo-dije. —¿Seguro que no te nos unes? —preguntó, deslizando ahora su camisa por su cuerpo bien formado. Era sexy. Algo que yo nunca seria.

—Les dejaré la noche salvaje a ustedes dos.

Jisung resopló. —No sé cómo de salvajes nos podemos poner con Jeongin aquí a veces es aburrido.

—¡No lo soy! —Jeongin agarro su bata y se la lanzó a Jisung

Él sonrió y agarró algunas palomitas de mi bolsa. Se las metió en la boca y luego lamió la mantequilla de sus dedos, asintiendo hacia mí.

—Tú eres el que debería ir.

—Deberías ir —secundó Jeongin—. Eres soltero. Vive un poco. Diviértete. Coquetea.

—Está bien. —Agité la cabeza—. Tendré mi emoción indirecta a través de ustedes dos.

—Oh, sé honesto. Es por Changbin —dijo Jisung acusadoramente mientras permanecía frente al espejo y aplicaba algún producto a su cabello oscuro. Agarró y estiró las hebras hasta que estuvieron en diferentes ángulos, creando un salvaje look.

Me encogí de hombros. No era un secreto que mi corazón perteneciera a Seo Changbin. Había estado enamorado de él desde que tenía doce años.

Un sonido familiar vino de mi habitación. Le lancé mi bolsa de palomas a Jisung y me apresuré hacia la puerta adjunta.

Aterrizando en mi cama con un rebote, agarré mi teléfono de donde lo dejé, vislumbrando el nombre de quien llamaba antes de responder—: Hola, Hyunjin.

⎯⎯「 ㍿ 」  あ ꠩ foreplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora