El sonido del martillo ser golpeado con fuerza contra la madera hizo que ambos defensores callaran de inmediato, intimidando a todo aquel que estuviese presente y despertando al agotado doctor Shibuzawa.
──── ¡Silencio! ──── exclamó el juez, provocando que un escalofrío recorriera el delgado cuerpo del albino. Aquella voz impenetrable, fuerte y grotesca intimidaba a cualquiera que le escuchase, mucho más en ésta ocasión ──── me están diciendo que todo lo que tienen en el orfanato es legal ¿No? Los papeles, los artículos, los niños, los medicamentos e incluso el establecimiento ¿No?
──── así es su señoría ──── contestó el abogado.
──── eso no explica lo que su contrario está diciendo. No encuentro sentido que me diga "tengo los papeles de las manzanas compradas", cuando estamos hablando de un posible maltrato hacia menores de edad.
──── no, no lo hace su señoría ──── confirmó.
──── ¿Alguno trae testigos?
──── yo, su señoría ──── contestaron ambos abogados al unísono.
──── que pasen primero los del orfanato.
De la puerta entraron tres personas, un adolescente, un adulto y un niño. Cada uno dando un paso seguro y orgulloso hasta ponerse frente al juez, saludando cordialmente y yendo a testificar. Todos y cada uno repetía lo mismo, todos y cada uno elogiaba al establecimiento, todos y cada uno estaban felices con el orfanato y negaban cualquier acusación de abuso y maltrato.
Observó con detenimiento al dueño del orfanato, quién estaba sentado en la mesa del lado izquierdo, serio y totalmente calmado, como si nada fuese a colmar su tranquilidad ──── que pasen los testigos del hospital.
Por la puerta, entraron al menos cuatro personas. Todos ellos parecían ser personas corrientes las cuales, con tan sólo observarlos, se notaba a simple vista que o vivían cerca del orfanato o viven al lado. La primera en testificar fue una adorable anciana, la cual relató con dolor lo que escuchaba por las noches y madrugadas en ese lugar. Contando que cada vez que sacaba a pasear a su adorable mascota al rededor de las ocho o diez de la noche, llegaba a escuchar gritos tanto de adultos como de niños provenir de ahí, el cómo su perro se ponía nervioso al pasar por ahí siempre y el porqué lo evitaba. Al principio pensaba que habían fantasmas ahí, ya que nunca veía salir o entrar a alguien del lugar.
El segundo testigo fue un hombre joven, el cual parecía haber querido adoptar a un niño de ese lugar hace mucho tiempo. Contó el cómo había hecho todos los papeleos, pagado al abogado y pagado al orfanato, para que al final le dijeran que el procedimiento no pudo haber sido hecho, que él los había estafado y que por eso no podían entregarle al niño; le habían acusado de estafa y por ello, le había puesto una multa de miles de yenes.
El tercero fue una paraja de hermanos; no más allá de dieciséis o diecisiete años. No podían dormir por las noches, pequeños sollozos se escuchaban por toda su casa. Todo el mundo creía que era una calle embrujada, por el simple hecho de los sonidos, por los llantos de niños que se escuchaban cerca. La cuarta persona, no recordaba quién era ni de qué habló. Estaba exhausto, estaba cansado, quería dormir quería ir a su cama y quedarse ahí por días ¿Hace cuanto fue la última vez que tocó su esponjosa cama? ¿Su fría pero cómoda cama? No lo recordaba. Hace tres semanas que estaban con documentos, hojas, firmas, vistas, investigaciones, pruebas y sobre todo, audiencias. Sus ojos se cerraron con suavidad.Asintió ante todo lo dicho y le agradeció a la persona que testificó ──── bien, si eso es todo-
──── tengo un último testigo, su señoría ──── interrumpió Jules, saliendo del lugar en donde el dueño del hospital, Natsume Soseki, estaba sentado como el demandante. Sí, incluso a él lo había arrastrado a todo esto. Tomó del brazo derecho al albino, despertándolo de inmediato ────, quiero que él diga unas palabras.
Parpadeó varias veces totalmente perdido ¿Qué sucedió? ¿Porqué se durmió? ¿Le están acusando? ¿porqué el licenciado Verne le tomaba del brazo de aquella manera?
──── ¿Quién es él? ──── cuestionó el hombre mayor de inmediato.
──── soy ¡S-soy Tatsuhiko Shibuzawa! Especialista y médico pediatra, señoría ──── el sueño no le dejaba pensar con claridad, además de que la impresión de depronto haber sido llamado le seguía teniendo confundido. En ningún momento le habían solicitado testificar, en ningún momento le habían dicho que pasaría al frente ¿Que es lo que ocurría?
──── es quién ha estado cuidando a uno de los niños rescatados de aquel horrible lugar, su señoría ──── explicó Natsume de inmediato. Al escuchar aquello, la expresión del director y dueño cambió drásticamente.
──── pasa al frente, creo que debo escuchar sobre aquello.
──── sí, está bien.
Weon olvidé que tenía que actualizar JAJAJAJ
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❛ el hombre que deseó ser padre 。❜ Bungou stray dogs
FanfictionSer doctor pediátrico es agotador. Vivir sólo es agotador y comenzar a criar un niño, era aún más agotador. Sin embargo, le agradaba. La sensación de ver crecer a alguien le era muy anhelada, criar a un niño era su mayor sueño, que pronto se le cum...