La canción detrás del libro. [James Phelps] // Escribiendo LIBRO 1

IV

Don't kill me
Just help me run away
From everyone
I need a place to stay
Where I can cover up my face
Don't cry
I am just a freak

Freaks - Surf Curse

***

Si bueno, tal vez me equivoqué al respecto de negarme a estudiar a lado de Alizée.
Era realmente muy buena y la armonía entre nosotros tres era la mejor.

Simon hacia las preguntas, yo las respondía lo más prácticas posibles y ella hacia las fichas de estudio. Éramos una máquina de estudio andante.
Y era maravilloso.

Últimamente la vista me estaba jugando malas pasadas. Ahora no había quién me estrellara en el casillero, porqué yo sólo lo hacía.
En clase cambiaba palabras que no tenían nada que ver.

Por ende, mamá me llevó a hacerme un examen de la vista.
Estábamos esperando a que nos entregarán mi diagnóstico y que escogiera mis armazones.
No hubo ningún comentario al respecto sobre mi "incidente" en el baño, sólo dijo que no pusiera el pestillo de la puerta.
Y tiene todo el derecho de pedirlo. Así que sólo me tocó acceder.

Mamá me acariciaba mi mentón y también mi cabello, mientras me veía sonreía tan lindo.
—Te notó más sereno querido—me decía
—¿Ah sí?
Ella asintió y me tomó entre sus manos y me dió un beso en mi frente.
—¿Quieres unas crepas saliendo?
—Uh, sí. Me encanta la idea.
—El otro día Blek me invitó una de Frambuesa con Queso y Ferrero—dijo pero la interrumpí.
—Okay ¿Quién pepinos es Blek?—pregunté bromeando.
Mamá jamás había hablado o al menos a mí me había comentado sobre alguien que le llamara la atención. No, no la ataría en absoluto, pero con eso de que papá nos abandonó cuando yo nací, jamás creí que ella quisiera formar algo con alguien.
Es decir...saben lo que quiero decir. Soy estúpido ¿sí?.
Bromeando entre los armazones escogí unos muy comunes, eran lentes solamente.
Llegamos con la cajera y sentí como mi alma se me fue con un frío que me recorrió las mejillas.
Keira Le Gall me miraba con una sonrisa muy coqueta, y su batita que era parte del uniforme de la óptica.

Quería salir corriendo de ahí, pero mis piernas no reaccionaban a mis órdenes. Desmayarme también era una probabilidad.
—Hola James—me saludó y juro por Dios que en mi mente solté un grito agudo de pánico. ¿Cómo se atrevía?

—Uh veo que se conocen
Ahora no mamá. ¡Definitivamente este no es un buen momento!
—Sí, vamos en el mismo salón. Mucho gusto señora, Keira Le Gall—ella estrechó manos con mamá y me guiñó un ojo.—Su número de pedido está aquí.

Nos entregó el ticket y lo tomé para guardarlo en mis bolsillo.
—Bueno adiós y gracias—dije rápidamente y salí tomando a mi mamá de la mano viéndome desconcertada y en cambio Keita necesitaba un trapito para limpiar la baba que se le salía de la comisura cuando le respondí.

—James, James—me intentaba llamar mi mamá—¿No quieres decirle adiós a tu amiga?
—No vámonos por tus crepas—sentencié intentando sonar firme a pesar de que me temblaba la voz.

(...)

Amaba Octubre, con toda mi alma.
Me encantaba el otoño y el olor peculiar de las hojas que se desprendían de sus ramas. Me encantaba el olor de los manjares de biscochos que salían de los locales.
Todo París parecía estar pintado de un óleo naranja y negro, que anunciaba Halloween.
Y era una sensación tan espectacular la que sentía cuando salía a mi tejado a leer e incluso a escribir.
El colegio comemzaba a tener vibras espeluznantes. Algo bueno tenía este lugar ¿no?

Mis sesiones de estudio eran totalmente exitosas y cada vez  estábamos más que listos para los exámenes del primer trimestre.
Después del estudio nos poníamos a ver series y era un caos decidir, Alizée odiaba Riverdale y Simon peleaba por Stranger Things.
Yo sólo quería ver  algo para despejarme no para que estos dos terminarán de romperme las ganas.
Y si me preguntan que quiero ver yo, bueno pues los documentales de asesinos seriales siempre eran un deleite.