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Livin' easy
Lovin' free
Season ticket on a one way ride
Askin' nothin'
Leave me be
Takin' everythin' in my stride
Don't need reason
Don't need rhyme
Ain't nothin' that I'd rather do
Goin' down
Party time
My friends are gonna be there too

I'm on the highway to hell

Highway to hell - AC/DC

***
— ¡On the highway to hell!
¡Highway to hell!—los tres tomábamos aire mientras gritábamos en todo mi departamento—¡I'm on the highway to hell!

Todo retumbaba, veía como el florero se movía ligeramente, mis bocinas estaban casi casi en lo más alto de volumen.
Mamá no estaba y según yo desde la semana pasada le iba a decir sobre la fiesta.
Lo cuál nunca pasó.
Por una cosa u otra, pero, todo se resumía a qué no sabía cómo decirle.

—Vamos a ir hasta las afueras del infierno está noche—bailoteaba Alizée meneando su cabellera.—Ya todo está listo, los disfraces, la ruta y el permiso.

No reaccione a la última parte y sólo sonreía estúpidamente y le tomé a mi jugo.

Nos la pasamos la tarde viendo películas, comimos pizza y soda.
Hubo competencia de ercutos entre Simon y Alizée.

Y yo inconscientemente no dejaba de crear posibles escenarios en la fiesta y ninguno llevaba a qué quería tener sexo. No aún.
Ay no.

Era mi primera fiesta y lo mejor del asunto era que no iba a ir solo.
No tendría porque tomar.

Cuando comenzamos a preparar el nuevo tinte de Alizée, Simon fue quién se lo aplicó por todo su cabello, tal vez tenía buena mano, porqué nuestra amiga parecía estar disfrutando los movimientos.

—Simon voy a dejar que me des masajes de ahora en adelante—susurraba la chica con los ojos cerrados.

Él me volteó a ver ilusionado como si le hubiera dicho "Te amo"

Yo negué varias veces.
Me puse mis jeans y una playera rosa, pero como soy friolento, encima me puse una sudadera del mismo color.

En los 40 minutos que tenía que durar el tinte de Alizée y se metía a bañar, Simon y yo fuimos a comprar botanas paras llevar y aproveché para llevar más jugo para ponerlo en mi termito.
Cuando llegamos, nuestra amiga ya se había adueñado de mi secadora.
Los pusimos a jugar en la Switch y seguíamos esperando.

—¡Ya solo me peino y estaré lista!—gritaba desde el baño.
—Si, tardate lo que quieras—le respondí a lo que Simon me vió feo.
—No debemos tardarnos, tenemos el tiempo medido para alcanzar el metro—me reprochó. Pero ahí fue dónde adivinó lo que en verdad pasaba—No le dijiste a tu mamá.
—Tal vez....
—¡James! ¿Qué vamos a hacer ahora?
—Todos los años tú y yo nos disfrazamos y vamos a pedir dulces. Mamá no tiene porqué enterarse de si vamos a "pedir dulces"—ni yo me creía eso.

Tú jamás sales sin antes decirle a Ivy.

Me jale los cabellos de desesperación. Estábamos perdidos.

—¡Ey!—nos llamó la ahora pelirosa de un golpe—Ahora si. Casi estoy lista.

Se veía bien, su piel tenía más color y sus ojos verdes brillaban más con ese tono de rosa.
Se que mi amigó babeaba.

Le ayudé a ponerse su cobarta y su coronita, no sin antes ponerle en aerosol el tinte verde. Él no quiso pintarse el cabello ni ponerse peluca.

Me puse mi gorrita rosa.
Listo.
El trío de maricas ahora era Cosmo, Wanda y Timmy Turner.
¡Ta-Da!

La canción detrás del libro. [James Phelps] // Escribiendo LIBRO 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora