II

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So sick and tired of being alone
So long, farewell, I'm on my own
I'm sorry mom, I've got to go
I dug this grave I call my home

Lonely - Palaye Royale

***

—Parrish despierta—me llamaba a lo lejos Alizée, negué rápidamente y me quité los audífonos para prestarle atención—Diablos un día te cortaré ese cable.

—Lo siento—me tallé mis ojos—Me perdí.
—Sí, nos dimos cuenta—dijo ella de nuevo.
Alizée se había vuelto la nueva  cosa femenina entre nosotros.
Era callada y tal vez algo fría, lo que antes no era.
Evidentemente no se soltó a contarnos su vida entera cómo lo suelen hacer varias personas al conocerse.

Hacia tareas con nosotros, almorzaba en la misma mesa o en una de las jardineras nos acostabamos al final del día.

Y ahora más que nunca éramos el trío de maricas según André y su grupo de borregos.
Íbamos seguido de paseo juntos, pero yo intentaba alejarme o mantenerme al margen, me costaba aún algo de trabajo acostumbrarme a su presencia.
Evidentemente cuándo le conté a mi mamá se emocionó, pero la detuve antes de que imaginara algo más.
—Es lesbiana mamá
—Oh, claro....

Estábamos adelantando los deberes de Geografía en la biblioteca.

—¿Te hiciste algo hoy?—me preguntó la rubia
La miré desconcertado y entre eso molesto.
—Si sólo quieres las respuestas tienes que preguntarme tal cuál—le dije, pero su reacción realmente no la esperaba, me aventó su goma de borrar y está rebotó en mi frente—Auch...
—No seas imbécil
—Lo siento
—Alguien te está observando muy detenidamente y está siendo muy obvia—susurró Simon.
Los tres intercambiamos miradas y sigilosamente giramos la cabeza hacia atrás.
Era cierto y a la vez extraño.
Una cabellera naranja se movía muy rápido y se escondía detrás de un libro.
—Al parecer le gustas a Keira Le Gall—finalizó Alizée
—¡Oh dios mío deja de decir pendejadas!—estallé y la mayoría me chitó rudamente, me sonroje, aún no sé si fue por el hecho de que haya gritado o por lo que dijo esta tonta.
—Como digas—alzaba los hombros burlándose de mí.
Comienzo a odiarla. Sólo la tolero por Simon.

Me daba terror hecho de pensar que Le Gall estaba interesada en mi. Es decir, se burla de mi.
¿Qué demonios?
Negué con la cabeza e intenté concentrarme en los ríos y lagos de Latinoamérica.

(...)

Hasta el momento André no nos había hecho nada. Lo cuál parecía, más bien, era una sorpresa.
Y por mi mejor.
La última que nos hizo fue aventar nuestras mochilas a los contenedores de basura gigantes que estaban detrás del colegio.

Hubiera deseado no darle importancia al tema de las miradas de Keira, pero ahora más que nunca me sentía vigilado, me la pasaba volteando a los lados porqué sentía una mirada.

A veces era real. Otras no.
Me ponía muy nervioso.
Sólo me sonreía y a mi me daba algo en la panza.
Keira en el colegio era igual a popularidad.
Algunos pensaban que era novia de André porqué se la pasaban juntos con su grupito. Parecían tal para cuál.
André era súper atlético, rudo, rubio de verdes, con un cuerpo que las niñas llamaban, "perfecto".
Estaba tonificado.
A su lado yo soy un tronco.

Y  Keira era pelirroja con las medidas seguramente de 90, 60, 90. Se corría el rumor de que no eran naturales, pero eso no importaba a la hora de tener intimidad con ella.

Tenía piernas flacas, y a veces parecía que se le doblaban con los tacones que solía llevar de vez en cuando.

Y también se ocupaba de mantener su estándar social dentro del colegio y burlarse de quién pudiera y quisiera.
En su mayoría,niñas.

Los primeros exámenes trimestrales estaban muy cerca y Simon había estado proponiendo que estudiamos con Alizée en su casa o en la mía, evidentemente me negué rotundamente.
Prefería hacerlo yo mismo y a manera.
De igual forma Halloween se acercaba y mi ritual con mi mejor amigo era disfrazarnos e ir a pedir dulces al rededor. Y terminabamos  con maratón de películas de terror.
Para al día siguiente ir a la feria de
Touissant o mejor conocido como
"Día de todos los Santos"

Estaba leyendo con mi música puesta en mi tejado. O en mi techo, como quieran verlo.
Sólo hay dos lugares en todo París que considere tranquilos y que me llenan de paz.
Esos son mi techo y mi lugar favorito, "La rue étroite".
Una biblioteca que era tan estrecha que los libros parecían caminar entre los estantes, olía siempre a hojas, a veces a café y la paz dentro de ese lugar era irreal.

Solté un suspiro y fijé mi vista en el cielo pintado de rosa.
Un sentimiento extraño de felicidad, nostalgia y soledad se apoderó de mi.
Me abracé agarrando mis piernas y meciéndome ligeramente.

Es de esos días que, sabes que tienes ese sentimiento.
No sabes que es, ni siquiera lo sabes describir,pero es como si tu estómago o tú pecho, incluso tu garganta de pronto tuvieran un eco. Que duele.
Que quema. Que te hace cerrar lo ojos y lo sientes en dónde todos tus sentimientos se juntan...pero sigues sin saber que es.
Aunque algo es seguro. Siempre lo sé.
Quiero llorar.
Quiero estar bien.
Quiero que se vaya, antes de que yo lo haga.
Quiero respirar y estar libre.

Quiero abrir los ojos y que una sonrisa salga de mi.

El eco....








Hay un pedazo que me falta.

La canción detrás del libro. [James Phelps] // Escribiendo LIBRO 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora