Libro dedicado a este precioso ser llamado Armin Arlert. Hecho por y para las simps de este bello personaje.
Pedidos súper abiertos para darme ideas de lo que sea que quieran ver.
Aclaración: No haré lemmon, porque me incomoda mucho
Portada chafa po...
Para que se hagan la idea, este one-shot está situado en la actualidad.
El título significa "pesadillas"
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Si tuvieras que describir a tus mejores amigas con una sola palabra, tendría que ser "persuasivas."
Ni siquiera tú sabías cómo, pero siempre se salían con la suya y lograban convencerte de hacer cosas que al principio no querías.
Y esta no era la excepción.
Ymir e Historia pensaron que sería buena idea hacer una pijamada en tu casa, pero ese no era su único propósito. Ellas sabían que a ti te gustaba Armin, pero tú no tenías idea de que ambas estaban enteradas, por lo cual cuando te ofrecieron pasar una con todos tus amigos en un casa no le diste tantas vueltas al asunto.
Al principio no estabas de acuerdo, tus se vieron obligados a salir de casa durante todo el fin de semana debido a una reunión relacionada con su trabajo. Sin embargo el lugar donde se encontrarían estaba un poco lejos, así que decidieron que ya tenías edad suficiente como para quedarte sola en casa mientras ellos se hospedaban en un hotel cercano.
Al ser tu primera vez estando sola tanto tiempo, no querías perder la confianza de tus padres causando algún accidente e incendiando la casa entera.
Sin embargo, gracias a la insistencia de tus amigas, decidiste que no tenías nada mejor que hacer. Después de todo, un poco de compañía no haría daño ¿cierto?
— Entonces, ¿está bien si invitamos a un par de personas más? — preguntó la pecosa.
— Supongo que sí, pero que no sean demasiados. No quiero que terminar con un desastre en mi casa. — respondiste, recordando que tendrías que limpiar todo de nuevo al final de la noche.
— Tranquila, invitaremos tres personas máximo. — mencionó Historia con la finalidad de tranquilizarte.
— Sí, cuantos más mejor ¿no?
— Bien, bien. Yo me encargaré de preparar todo en mi casa.
— ¿Ya te dije cuánto te quiero? — la castaña de dio un gran abrazo, al que pronto se unió la rubia también.
