Libro dedicado a este precioso ser llamado Armin Arlert. Hecho por y para las simps de este bello personaje.
Pedidos súper abiertos para darme ideas de lo que sea que quieran ver.
Aclaración: No haré lemmon, porque me incomoda mucho
Portada chafa po...
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En una ciudad completamente normal, existía una academia llamada Paradise, que estaba dividida en tres secciones y muros muy altos. La primera era donde asistían los primeros años, y que recibía el nombre de "Muro María", la segunda, que correspondía a los segundos años, el "Muro Rose", y por último, el lugar asignado para los terceros años, el "Muro Sina."
Tú estabas en el Muro Rose, cursando tu segundo año. Demasiada tarea, compañeros un tanto fastidiosos y horas de almuerzo que se convertían en una guerra, tú tenías una vida aparentemente normal a excepción de tu infancia.
No me meteré mucho en ese tema, solo diré que fue la típica historia de la niña que creció en un ambiente agresivo donde su padre era un alcohólico que descargaba la ira sobre su esposa, para que luego ella se desquitara con la pobre pequeña.
Como sea, tu vida dio un giro de 180° cuando conociste a Armin y te enamoraste perdidamente de él, pero decir sólo que lo amabas se quedaba corto. Y tan grande como era tu amor, también lo eran tus celos, porque dime ¿cuántas veces has visto a un chico llevarse bien con tantas chicas? Simplemente no soportabas que se acercaran a él, hacía hervir tu sangre. Aún así, pensaste que todo eso que sentías eran solo eso, celos tontos e injustificados, y que no darían para más como lastimar a alguien solo por hablarle a Armin.
Pensaste mal.
(...)
Armin, como era costumbre, estaba saliendo de la biblioteca después de devolver y sacar algunos libros, cuando se encontró con su querida amiga Mikasa y ambos se encaminaron de regreso al salón de clases.
— Por cierto Armin, — habló la azabache. — te he notado distraído las últimas semanas, especialmente cuando _______ está cerca. — un ligero tono rosado se hizo presente en la cara del rubio.
— ¿Qué quieres decir Mikasa?
— Creo que sería mejor que fueras honesto con tus sentimientos.
— "Honesto"....
— Te gusta esa persona, ¿verdad?
— ¿Eh? — se puso nervioso — Bueno...... supongo. — apartó la vista.
