Libro dedicado a este precioso ser llamado Armin Arlert. Hecho por y para las simps de este bello personaje.
Pedidos súper abiertos para darme ideas de lo que sea que quieran ver.
Aclaración: No haré lemmon, porque me incomoda mucho
Portada chafa po...
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Año 850
Lugar: Distrito Shiganshina, Muralla María.
Situación: Gran mayoría de los miembros de la legión de reconocimiento fueron aniquilados por el ataque del Titán Bestia, incluida tú. Zeke Jaeger logró escapar junto con Reiner Braun, portador del Titán Acorazado. Afortunadamente, se logró derrotar y capturar a Bertholdt Hoover, con la intención de que sea devorado por alguien más.
Ahora, Levi Ackerman está por tomar la decisión más importante en su vida, pues tiene que elegir entre la vida de Erwin Smith, comandante de la legión, o Armin Arlert, soldado cuyo plan fue un éxito y gracias a él se logró derrotar al portado del Titán Colosal.
Pero todo eso ustedes ya lo saben.
¿Qué les parece si cambiamos un poco la historia?
Flashback.
Estando ya sobre la gran muralla María, la operación había comenzado a ponerse en marcha. Armin notó rastros de una hoguera e informó inmediatamente sobre aquello, mientras aún estaba pensando en todas las posibilidades sobre lo que podría significar, dirigió su mirada hacia ti.
A sus ojos, hermosa, como siempre, a pesar de estar encapuchada podía apreciar tus rasgos desde la distancia. No importaba cuántas veces te viera, siempre estabas hermosa. Como un ángel caído del cielo, descendiste hacia donde él estaba, al menos así era como él lo veía.
Te amaba, sí, con toda su alma. Te amaba como jamás había amado a nadie, y no podía imaginar una vida sin ti, porque si no estás con él, entonces ya no se sentiría con vida. ¿Cómo podrías estar vivo si tu razón de vivir muere? Probablemente serias como un muerto viviente, caminando perdido, sin rumbo, sin propósito, sin nada.
Si sus sospechas eran ciertas, ahora todos se encontraban en peligro, y quién sabe, ésta podría ser la última vez que tendría la oportunidad de verte.
Desde hacía bastante tiempo que tú le gustabas, pero jamás encontró la manera de decírtelo. Sentía tantas cosas por ti, que no sabía cómo ponerlas en palabras. O tal vez era un cobarde con miedo a que tú no sintieras lo mismo, irónico, si lo piensas. Tener más miedo a al rechazo que a la muerte suena bastante tonto ¿cierto?
