|A| Los elegidos del Adolla ||Adrinette||

Fuego #30

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Acto 6: Vinculo

Fuego #30: Desequilibrio.

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Marinette

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estoy encerrada en esta habitación? ¿Hace cuanto no siento el sol en mi piel? ¿Volveré a estar bajo el cielo azul?

Eran preguntas que me repetía constantemente, el tiempo que estuve encerrada. Siempre me preguntaba lo mismo, como si fuera un método para no perder la cordura.

Hubo un instante que me perdí en el tiempo. No sabia en que año, mes o día estaba, por que en mi interior pensé que habían pasado siglos.

Ahora siento lo mismo ¿Cuánto tiempo he pasado en mi cama, en mi habitación? ¿Llevo encerrada dias o semanas? Ya es algo que no sé. Siento como si hubieran pasado años que estoy en mi cama, sin mostrar mi rostro a los demás.

No deseaba ver a nadie y tampoco que alguien me viera. Me sentía miserable y patética a la vez, solo quiero estar sola. Déjenme sola... es lo que más anhelo.

Otra vez, este sentimiento. De nuevo, está aquí conmigo.

Es gracioso ¿Diez años y sigo igual? Tanto años, y todo permanece constante en el tiempo, como si no hubiera avanzado nada. Era como estar atrapada en un bucle temporal, donde era esa Marinette que seguía llorando en las celdas pidiendo a quien sea que la salvara.

Rogando que alguien la matara por no defender lo que amaba. Este sentimiento de impotencia dentro de mi... sigue aquí como si nunca se hubiera esfumado.

¿Por qué será? ¿Este odio hacia mi ser...? La respuesta estaba frente a mí, en una habitación de hospital donde alguien murió en mis manos.

—Kenya Chamack... El padre de Manon —murmure—. Kenya Chamack... Él... Él fue... —me repetí, una y otra vez desde que llegué a la estación. No quería olvidar, no podía hacerlo—. Asesinado por Felix Agreste. El mismo hombre que me hizo la vida imposible, junto a su padre... Ellos... Ellos mataron... Los mismo que asesinaron a mis padres.

Tal vez me estaba volviendo loca o puede que ya lo esté. No había dejado de balbucear lo mismo desde que me encerré, y estaba segura de que, si alguien me escuchara, me tendría miedo.

Era una tortura. Las consecuencias del maldito método de tortura que usaron Felix y su padre se estaba reflejando en mi actuar, y lo peor de todo era que estaba consciente de aquello.

Condicionamiento pavlovliano o aprendizaje por asociaciones, es un tipo de método estimulo-respuesta. Básicamente es una metódica para condicionar a una persona o animal.

En este caso... el estimulo era el miedo.

Torturas, ilusiones, y gritos... todos eran estímulos para mantenerme encerrada, sin que yo intentara escapar o protegerme. Sin que yo usara mis poderes.

Cuando ellos aplicaban esos estímulos en mí, la respuesta que recibían era básicamente; quedarme como una piedra, sin la capacidad de protegerme. Aprendí que luchar contra esos estímulos terminaba siendo peor para mí. Yo sufriría las consecuencias.

Mi cuerpo lo aprendió de la peor forma.

La muerte del señor Kenya, era el estimulo que uso Felix esta vez. Me cegué por el miedo y no pude hacer nada. Cuando peleé con Felix, ni siquiera pude golpearlo. Mi cuerpo tuvo miedo y no pude usar mi poder para defenderme.