Capítulo 11

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A la mañana siguiente, ____ estaba en uno de los salones, tamborileando con sus manos enguantadas sobre el brazo del sofá. Llevaba horas esperando.

Harry y el Consejo Real estaban reunidos con los príncipes de Aliestle y los oficiales del gobierno de ese país. A menos que resolvieran su antigua disputa, el rey Alaric de Aliestle había anunciado que no habría conversación alguna sobre un posible matrimonio.

Las puertas del salón se abrieron y Didier anunció:

–Su Alteza Real el príncipe Brandt Roland Wilheim de Aliestle y Su Alteza Real la princesa Julianna Louise Marie.

____ se levantó. Un hombre y una mujer entraron en la habitación, seguidos de Harry.

El príncipe Brandt era un hombre moreno, muy atractivo y refinado y la princesa Julianna, todo lo que Harry había querido para su esposa: bella, elegante, discreta. Con su vestido azul, hacía que ____ se sintiera como una criada.

Harry llevaba un traje de chaqueta azul y camisa blanca. Estaba más guapo que nunca, pero su expresión no era muy alegre.

–Deseo presentaros a ____ Armstrong.

____ hizo una reverencia.

El príncipe Brandt besó su mano.

–Es un honor, señorita Armstrong.

–Encantada de conocerte, ____ –sonrió la princesa Julianna.

–Me alegro mucho de que haya podido venir, Alteza.

–Estamos a punto de firmar un acuerdo –la informó Harry.

–¡Eso es maravilloso! –exclamó ____. Pero no veía entusiasmo en la expresión de los demás–. ¿No es maravilloso?

La princesa sonrió.

–Sí. Disculpa que no compartamos tu entusiasmo, pero las negociaciones han sido arduas.

–Bueno, pero si han llegado a buen término, podemos empezar a hablar sobre los detalles de la ceremonia.

–Supongo que sí –asintió la princesa–. Esta alianza es muy beneficiosa para ambos países.

–No estoy segura de si voy a romper alguna regla de protocolo, pero me gustaría enseñarle el palacio –dijo entonces ____, dirigiéndose al príncipe Brandt–. Supongo que los novios querrán estar a solas.

–Es una idea espléndida –sonrió el príncipe-. ¿Os importa?

Harry dudó un segundo.

–De acuerdo.

–Nos veremos más tarde –dijo ____. El príncipe Harry tenía una expresión de tristeza en el rostro que ella no podía entender. La princesa Julianna era todo lo que había buscado en una esposa. Había conseguido lo que quería.

Era ella quien había terminado sin nada. Solo con el corazón roto.

Charlar con la princesa le probó que ____ había tenido razón. Julianna era todo lo que él había buscado. Sería una princesa perfecta para su país, habían conseguido la unión con Aliestle, probaría que la leyenda era falsa y conseguiría el progreso que tanto había deseado para San Montico.

Todos los problemas de Harry parecían resueltos.

Todos menos uno.

Julianna no era la mujer con la que quería pasar el resto de su vida. No tenía el pelo color castaño, no tiraba las cosas, no decía nada inconveniente y estaba seguro de que jamás le había prendido fuego a nada.

Una leyenda sobre amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora