Capítulo 6

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N. Ivanna

— Es una lástima — finge dolor en sus palabras — ahorita ya estarías camino a tu casa. Estarías cuidando de tu hijo... lo tendrías en tus brazos, él estaría con su mamá... es una verdadera lástima que hayas desaprovechado esta oportunidad

Duele esa descripción. Tengo tantas ganas de estar con Oli. Pobrecito de mi bebé, no tiene la culpa de nada y esta cargando el también con las consecuencias.

— ¿Cuánto crees que tarde en extrañar a su madre?

— Ya Fabian, por favor, no sigas con eso

— Solo estoy abriéndote los ojos a la realidad — dibuja una horrible sonrisa en su rostro

Opta por salir de la habitación lo cual me produce alivio.

¿Qué mierda acaba de pasar? Tengo que salir de aquí porque quién sabe que más podrían hacerme.

Tengo que irme como sea.

¿Pero cómo?

A ver. Tranquila. Cálmate. Piensa bien las cosas. ¿Dónde estoy?

Veo a todos lados y me percato de que esta es la habitación en la que estaba en un inicio.

Okay. Solo conozco el trayecto de aquí hacia el estudio de Fabian. Salí de aquí y me llevaron hacia la derecha por un pasillo y luego nuevamente a la derecha y llegamos a la puerta de esa habitación. Es todo lo que se de la casa. Quiero pensar que hacia el lado izquierdo podría estar la salida, pero no vi nada de aquel lugar. Era un pasillo largo, clon del otro. Hasta ahorita solo he visto a unas cuantas personas, quizá cinco. No se quien pueda estar del otro lado si es que hay alguien. Tengo que arriesgarme, y prefiero apostar hacia el lado izquierdo que al derecho. Me gustaría poder esperar a que fuera una hora más conveniente, pero podrían regresar por mi. Mejor ahora o nunca.

Quito las sogas que sujetan mis pies a la silla. Voy a la puerta, recargo mi oído en ella para escuchar si hay alguien detrás de ella o cerca, pero no hay ruido. Giro la manija y ¡vaya agradable sorpresa! Esta abierto. Con cuidado me asomo y veo por ambos lados.

Nadie

Cierro silenciosamente la puerta y tomo camino por el lado izquierdo. Con mis pies descalzos es más fácil no llamar la atención. Camino por el pasillo hasta toparme con una pared.

¿Izquierda o derecha?... Izquierda

Me escabullo para continuar el recorrido y, repentinamente me sobresalto cuando escucho que en la siguiente puerta que estoy por atravesar, además de estar abierta, hay gente adentro. Creo que son varias porque se escucha mucho mormullo.

Maldición

Prefiero retornar e irme hacia la derecha con cuidado.

No se ni por donde me metí ni lo que hice pero logré llegar a la puerta de entrada.

No lo puedo creer.

Cruzo esa maldita puerta y el panorama de fuera no me hace mucha ilusión. No hay nada. Es solo un montón de hierba y un camino que quien sabe a donde llevara. Es como si la casa estuviera construida fuera de la ciudad y el camino llevara hacia la carretera.

Pues ni modo. Así como estoy tengo que salir de aquí.

Trato de apresurarme tanto como puedo, pero el camino esta lleno de espinas y piedras. Con cada paso me entierro uno por lo menos.

Lo que me motiva más es que cada vez esta más lejos esa horrible casa. Pero el sol cala mucho, me siento deshidratada y mis pies ya sangran.

Me tomo unos segundos para sentarme en el suelo. Sacudo mis pies y les quito las espinas que hay en ellos. Todavía tengo al cuello el pedazo de tela con el que me cubrieron la boca. Lo quito y lo uso para vendar mi pie izquierdo, que es el que mas dañado está.

Lo bueno es que el sol ya va para abajo.

Ya casi llego a la carretera. Puedo escuchar a los carros pasar.

Un sonido extraño me hace voltear atrás. Una camioneta viene hacia mi rápidamente.

Mierda

Viene tan rápido que las nubes de polvo están casi cubriéndola.

Corro tanto como puedo alejándome del camino. Ir entre la hierba es aun peor. Piso con más fuerza las piedras por la velocidad a la que avanzo.

La camioneta esta muy cerca y la carretera también. Ya casi llego.

Mis pies tan lastimados terminan por doblarse y caigo entre la mala hierba. Me lleno el cuerpo de espinos y toritos pero no me importa. Como puedo me arrastro para no detenerme. Estoy muy cerca, solo tengo que acercarme un poco mas y podré pedir ayuda.

— ¡Allá va! — escucho la voz de un hombre

Veo la camioneta y hay varios hombres que salen a toda prisa por mi.

¡No!

La carretera esta muy muy cerca.

— ¡AYUDA! ¡NECESITO AYUDA! ¡AYUD...

Uno de ellos tapa mi boca. Trato de luchar pero entre dos me levantan para llevarme a la camioneta.

No, no, no. ¿Por que? Todo iba tan bien

Adentro de la camioneta todo deshace para mi.

Mi piel se eriza cuando uno de ellos saca una jeringa y destapa la aguja.

No me gustan las jeringas. Siempre me han dado miedo

Intento gritar pero me tienen bien sujetada. Toman mi rostro y lo giran hacia un lado.

Después de eso solo puedo sentir la aguja atravesar mi cuello. Siento cada milímetro del metal entrar en mi.

Abro los ojos y veo un techo. Se siente bien estar en la cama...

¡¡¡¿Una cama?!!!

¿Qué hago aquí?... Yo estaba afuera y ahora... ¿Qué paso?

Consigo sentarme en la orilla de la cama con un horrible mareo.

El sonido de unas cadenas me extrañan por completo. Cuando veo al piso me doy cuenta de que mi pie derecho esta encadenado. El otro extremo de la cadena esta agarrado de la pata de la cama.

Me duelen mucho los pies.

Esta habitación no la había visto antes. ¿Será la misma casa? Creo que si. Tiene la misma pinta, estilo. Solo que esta habitación está más completa. Tiene una cama bien vestida, muebles, escritorios, alfombras y hasta alcanzo a ver un baño muy elegante.

No es por darme muchos ánimos pero creo que está habitación no me la gane por mi buen comportamiento.

Ahora si ya no tengo forma de escapar. Estas cadenas están bien hechas, y gruesas. Y no creo esta vez poder llevarme la cama arrastrando con un pie.

Doble Culpa ~ Is It Love? Matt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora