Graffiti - KiriBaku/BakuShima

Prólogo: Noche nublada

La noche se cernía por todo el callejón, estando en sintonía con la obscuridad envolvente, la leve llovizna y los charcos salpicando con cada paso.

Cabeza gacha y manos en los bolsillos, es la única manera de pasar desapercibido.

Todo sucede como siempre. Postes con luces amarillas iluminando tenuemente, los grillos rompiendo el silencio y el viento golpeando mi rostro.

Pasos rápidos, pero no llamativos.

Respiración lenta, tranquila.

Pulso normal, como siempre en cada noche.

Tratando de ocultarme hasta el punto de tratar de fundirme en la obscuridad que reinaba en el callejón.

Todo está en silencio, tan... sereno.

O así era hasta que otra cosa rompió el silencio y perturbo toda la tranquilidad.

Lo paso desapercibido; quizá aún hay gente caminando algo lejos.

Volteo mi rostro para asegurarme de ello y no alertarme por nada. Giro la cabeza a ambos lados disimuladamente, deseando no ser visto.

Para mi mala suerte no es así, el origen del sonido es detrás mío.

Presto más atención y descubro que sucede.

Pequeños pasos, cautelosos. Probablemente queriendo continuar con el silencio que se hacía presente.

Hasta que se topo con un charco y el sonido del agua salpicando me confirmo mis dudas.

Me están siguiendo.

Pero ¿quién? Recuerdo no haber levantado sospechas y asegurarme de que nadie me vea al momento de salir.

Los pasos aceleran con intención de alcanzarme.

La alerta se funde en mí. Pasos. Pasos detrás de mí siguiéndome donde, se supone, es una calle totalmente solitaria (en especial a esta hora).

Acelero el paso.

Agacho más la cabeza, escondo más mis manos.

Aún tengo la posibilidad de escapar. ¿De quién? No lo sé. Solo sé que no deben descubrirme, al menos no aún.

Lamentablemente no creo que sea posible.

Un toque. Mis hombros se tensan.

Mis nervios son tan palpables que no me sorprendería que lo descubra aquella persona.

Me alcanzó.

Y me trata de detener.

Quizá alguien si me vio. Alguien si sospecho y... me siguió.

Y ya se quién podría ser...

Aquellos pasos que, analizándolos mejor, se me hacen conocidos.

Mierda.