Dormir es un placer que no me gusta interrumpir, yo no duermo 8 horas al día, se que son los que uno debería dormir.
Pero el trabajo, los líos en que uno se mete me dejan pocas horas para que pueda recargar las pilas para el día siguiente y por ello no soporto que alguien venga me interrumpa mi sueño reparador por un simple ¡pescado!.
Son las 4 am el sol no salio, hasta las gallinas duermen y yo aquí preparando un estúpido ¡pescado!.
-- Gracias -- me dice el idiota que me despertó desesperado como si el mundo se estaría acabando. -- Ana es un tanto quisquillosa con la preparación de sus alimentos y antojos. -- me mira con la cara de perrito regañado.
-- ¿Gracias? Nada, esto me lo pagas cuando te dije que ayudaría, no me refería a esto. -- señaló el pescado en sartén. -- mañana mismo aprendes a cocinar o contratan a alguien para que no me molesten.
--Lo siento --baja la cabeza con los hombros caídos y es ahí que me doy cuenta que esta más delgado, tiene ojeras que lo hacen parecer un panda. Eso apacigua mi ira pero solo un poco. -- amo a mi esposa pero... --se queda callado como si ocultara algo.
--Oye tranquilo-- golpe su hombro de forma suave, en tono jugueton--pitufo es un demonio pero solo falta unos meses y el demonio se irá y volverá la dulce y tierna pitufo.
Pero sus ojos me dicen que eso no es lo que le preocupa.
-- Necesito contarle esto a alguien o podría explotar en cualquier momento ¿Puedo confiar en ti?.
-- Para eso son los amigos -- le guiño un ojo de forma coqueta.
-- Miguel Angelo escapo del psiquiatrico —— lo suelta de golpe provocando un escalofrío en mi columna vertebral, nunca conocí al famoso Angel de Pitufo y Lucifer para el mundo, pero se que es un hombre peligroso.
—— ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Lo sabe pitufo?——las preguntas salen de mi boca sin siquiera pensarlo.
——No lo sabe, su estado es muy delicado aunque ella finja que no es así, su cuerpo es muy pequeño para los mellizos, el doctor recomiendo descanso, nada de alternaticiones y sobre todo nada de sexo, eso la tiene un poco histérica. —— suspira preocupado.
—— ¿A tratado de contactar con ella?
—— No, pero cada vez que suena el teléfono o tocan el timbre mi pulso se acelera, no se como lo vaya a tomar Ana, entonces vuelven a mi esas estúpidas ideas —— se agarra la cabeza con desesperación —— Ana corriendo a él, eligiendolo otra vez, yo no lo podría soportar, la sola idea me mata.
Sus ojos están rojos, como si podría llorar en cualquier momento, baja la cabeza tratando de ocultar sus emociones.
—— Ella te ama, estan a punto de ser padres eso es mucho más que cualquier cosa que haya vivido con ese tipo. —— trato de consolarlo —— además ya le dajaste preñada ya no puede escapar —— le digo en forma de broma provocando una pequeña sonrisa.
Terminó de preparar el pescado y lo meto en un taper para que se lo lleve, se va más tranquilo y un poco más animado.
Cuando vuelvo a la cama después de tanto drama me acurrucó con mi mujer y le surro ——Tengo que dejarte preñada para que no te me escapes —— sonrió con malicia como en una escena de novela mexicana.
Risa malvada: uajajajajaja