DÍA DE ESTRENOS Y ENTRENOS

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En cuanto me alejé un poco de comisaría pare en un lateral y escribí a Armando.

- Ey! Ya voy para allí, espero tenerlo preparado que tengo algo de prisa.

Si niña, ya lo tienes aquí ven que te lo pondrá mi compañera.-

- Perfecto guapo! En camino.

Llego en aproximadamente 5 minutos ya que no quería llamar la atención de ningún patrulla y menos sabiendo que Gusnabo y su perrito faldero están rondando por la ciudad. Entro y me quito el casco, el cual cuelgo del manillar.

- Hola, necesitas algo?- Me dice una chica con un cabello rojo atado en un moño bajo mal hecho.

- Sí! Vengo de parte de Armando, venía a buscar una matrícula y si puede ser me gustaría cambiarle el color a la moto.- Ella mira la moto y me mira a mí.

- Si... Claro, pasa por aquí por favor, voy a llamar a mi jefe.- Se va sin decir nada más. Que tía más rara... En fin, veo como baja armando poniéndose su icónico gorrito.

- Buenas, buenas, me ha dicho mi compañera que también quieres cambiar el color no?- Me dice mientras sostiene un sobre que debe llevar mi matrícula.

- Exacto, es que había dos inútiles husmeando y da la casualidad que son un 'chivatillos' de Conway, entonces prefiero prevenir a que me hagan preguntas que no estoy dispuesta a responder.- El mecánico me mira mientras asiente y me entrega el sobre.

- Perfecto pues, de que color quieres tu moto chiquilla?- Ambos miramos al vehículo ahora negro con detalles en plateado.

- Pues quiero un cambio radical, que no se sepa que es mía.- Le indico como la quiero y después salgo a esperar y de mientras fumarme un cigarro.

Joder... con lo que me gustaba a mi llevar la moto en negro y plateado, todo por culpa imbécil de Gustabo. No sé porque pero cada vez que lo veo noto algo dentro de mí que jamás había notado con nadie, será que el odio es mutuo...

Me fumo el cigarro tranquilamente cuando veo que la muchacha pelirroja de antes sale y se enciende otro. Casi sin querer me acerco a ella.

- Hola, creo que me has atendido antes tú.- Le digo dándole otra calada al piti.

- Mhm, esa soy yo, perdona que haya sido tan seca, es que llevaba un rato pidiendo el descanso, pero el inútil de Armando no me dejaba irme.- Le da una larga calada al cigarro mientras me observa con atención.

- No te preocupes, se lo que es trabajar con jefes subiditos.- Le doy una última calada y tiro el cigarro al suelo, también mirándola.

- Oye, tu te me haces conocida, recordaría esa mirada en cualquier parte.- Noto como me sonrojo un poco, pero rápidamente me fijo más en ella y también se me hace familiar.

- Si... tú a mi me suenas, pero no sé de qué. ¿Qué sitios sueles frecuentar?- Ella ríe ante mi pregunta y yo inclino la cabeza en forma de duda.

- Lo siento, es que creo que ya sé de que te conozco, tú eres la tía de las carreras.- Joder, es verdad siempre está ella reparando las motos que terminan mal.

- Pues si, esa soy yo, pero se supone que nadie lo puede saber, ya sabes, temas personales.- Ella asiente mientras le da otra calada al cigarro. Antes de que podamos volver a hablar Armando sale con mi moto recién tuneada. Toda pintada de un azul eléctrico brillante y el manillar en negro mate.

Tu psicópata favorito (GUSTABO x LECTORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora