REMOVIENDO EL PASADO

31 5 1
                                    


De veras me pensaba que podría estar de fiesta, trabajando y haciendo carreras por un largo tiempo, pero después de unas dos semanas y media desde el día en el que mi corazón quedó malherido, estoy devastada, casi me quedo dormida tres veces esta semana y el otro día casi me caigo de la moto, así que creo que ya es momento de frenar un poco a mi segunda vida de adolescente.

Salgo de la ducha y voy para la cocina, dispuesta a tomarme medio litro de café si es necesario. Plan que hubiera sido perfecto si mi hermano y su querido amo (Conway) no estuvieran ya hablando de trabajo.

- Joder... Son las seis y media, ¿no podéis esperaros ni que sea hasta llegar a comisaria para hablar de trabajo? ¿U os pone la polla tan dura que no os aguantáis?

Ambos paran su charla para mirarme y mi jefe se fija en mi aspecto, despreciable por cierto.

- ¿Estás bien?- Me pregunta sin apartar la mirada.

- Estaría mejor si me tomase mi café cuanto antes.- Mi hermano casi escupe el café y Conway alza las cejas hasta el nacimiento del pelo, prácticamente.

Sigo caminando para hacerme el café que tanto necesito, pero de nuevo, Conway, se interpone en mi camino, cosa que ya me comienza a mosquear, como ya he dicho, solo son las 6:30 am.

- ¿Te puedes apartar? Necesito tomarme un café si quieres que rinda bien en comisaría y no quieras arrestarme por asesinar a algún gilipollas que se me cruce.

Suspira y yo enarco una ceja, incrédula y algo exhausta.

- Primero de todo, no, no me pienso apartar hasta que me digas a mí o a tu hermano que coño te traes con Cassie la niña de los mecánicos y segundo, a mí me hablas con respeto si no quieres terminar sin trabajo.

Le miro, inexpresiva y ruedo los ojos, le rodeo y ¡por fin!, agarro la cafetera y me sirvo un buen café largo. Lo huelo, qué glorioso olor, le doy el primer trago dejando caer el café por mi garganta junto con mi mal humor de buena mañana y vuelvo a mirar a mi jefe ahora con mejor cara.

- Mis asuntos con Cassie no son cosa vuestra, somos amigas que comparten edad y el buen gusto por la fiesta, nada de lo que preocuparse, ¿no?- Miro a mi hermano, que hasta ahora seguía mirando por encima de su taza en silencio.

- Esto... Sí, sí, ningún problema, solo que estoy preocupado hermana, sales cada día sin falta y me temo que eso te puede traer consecuencias a la larga, o a caso no recuerdas...- Le hago parar de hablar.

- Sí, sí lo recuerdo, solo necesitaba un poco de fiesta en mi vida, pero esa rutina llega hoy a su fin. Me quiero centrar más en el trabajo.- Miro a Conway de arriba a abajo.- ¿Contento jefe?

Asiente y vuelve a su sitio sin que ninguno de los dos apartemos la mirada del otro.

Después del desayuno, mi hermano y mi jefe se van a comisaría, y yo, me quedo vistiéndome, al terminar, le pongo comida a Diti y también voy rumbo a mí, algo abandonado, puesto de trabajo. Al llegar aparco la moto donde siempre y voy a la puerta trasera para fumarme un cigarro antes de entrar.

Enciendo el cigarrillo e inhalo una larga calada de este para relajar mi ansiedad. Con los ojos cerrados y concentrándome en las tareas que he de hacer hoy, apenas me doy cuenta de que hay otra persona dispuesta a cambiarme los planes.

- ¡Rusita! ¿Cómo estás, preciosa?- Me dice una voz que hasta ahora solo la escuchaba en recuerdos... y en sueños.

- Ale- Alejandra?! Yo... bien, no esperaba verte por aquí.- Mentira, la viste a los 20 minutos de pisar esta dichosa comisaría.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tu psicópata favorito (GUSTABO x LECTORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora