Amor bajo las alas de la grulla (Shoukaku)

Capítulo 6 : Amor

El día de la batalla había llegado, como la siguiente pieza de un tablero de ajedrez moviéndose a su posición. Después de una mañana incómoda en la que Shoukaku tuvo un terrible dolor de cabeza y ambos acordaron no decir nada del asunto, la flota despegó del puerto. Pasarían los días ya que el viaje sería largo. Lo único que el Comandante podía ver eran nubes oscuras en la distancia seguidas por el viento helado que pasaba y le hacía cosquillas en la piel. A su izquierda había muchos barcos producidos en masa que navegaban hacia su destino final, la batalla final. A su derecha, otra formación de flota estaba en la distancia pero con mucha más artillería que la otra.

--"La flota de escolta está aumentando su velocidad para comenzar el combate. La flota principal está posicionada para proporcionar bombardeo de artillería."--  Shoukaku dio el informe mientras estaba junto al hombre. Todos tenían su papel que desempeñar y el Comandante no podría haber elegido un mejor buque insignia. Bueno, técnicamente Enterprise habría sido la mejor opción, pero la necesitaba en su mejor momento.

--"Esto podría ser todo. La batalla final que todos necesitamos ganar desesperadamente."-- pronunció el Comandante, con las manos agarrando unos binoculares cercanos de una manera estranguladora. --"Las Sirenas nos arrojarán todo lo que tienen."--

--"Entonces no podemos permitirnos perder."--

--"¿Alguno de nuestros aviones de exploración ha visto al enemigo?"--

Shoukaku negó con la cabeza. --"Me temo que no. Ni Zuikaku ni las senpais han informado de nada en un radio de quinientas millas. ¿Deberíamos enviar más?"--

--"No es necesario, más cerca y las sirenas los dispararán. Lo mejor es salvar la mayor cantidad posible de aviones."-- El Comandante fue a un mapa cercano que marcaba su posición actual y las flotas enemigas. Estaban a poca distancia del Polo Norte y no se detectaban sirenas.

Por mucho que el Comandante estuviera emocionado de asestar el golpe final a las Sirenas, su papel en la batalla parecía mediocre. Era el más importante, pero también el menos reconocible, ya que mucha gente acreditaría a los almirantes de las otras flotas el posible éxito de la misión. Aún así, los aviones eran la nueva potencia en alta mar y los aviones de las Sirenas eran devastadores. No solo podían enjambrar en los cielos con innumerables cantidades, sino que estaban a leguas por encima de gran parte de los cazas de la Tierra convencionales. Si esas cosas llegaran a las otras flotas, sería una masacre.

Fue entonces cuando Shoukaku se asomó a la niebla helada y comenzó a ver algo con uno de sus exploradores. --"Shikikan, creo que veo naves de tipo Sirena acumulándose hacia el norte."--

--"¿Distancia?"-- El Comandante preguntó, volviendo a su mapa.

--"Doscientas millas y acercándose."--

Eso no era bueno. La niebla haría difícil saber cuál iba a ser la composición de la flota Sirena, pero era seguro asumir que enviarían todo lo que tenían en vista de las circunstancias. El Comandante envió rápidamente mensajes a las otras flotas y se dio el llamado a los puestos de batalla. Solo tomaría menos de un día para que las dos flotas se encontraran en combate. Horas quizás.

El Comandante se tomó un momento para calmarse, respirando lentamente para calmar los nervios. --"Esto es ...."--

--"No hay necesidad de preocuparse. Escuché que habrá refuerzos detrás de nosotros. Una flota conjunta de todas las Kansens para garantizar que derrotamos a las Sirenas."-- Shoukaku se frotó las manos mientras su respiración se hacía visible en el aire helado. El Comandante también notó que se estremecía levemente.

--"Un poco de frío por aquí, ¿no?"--

--"Demasiado para mi gusto. Si estás hambriento, yo pu-!¿eh?!"-- La portaaviones no tuvo la oportunidad de terminar cuando fue llevada al abrazo del Comandante. Se había puesto un abrigo por su propio bien, pero eso no significaba que no pudiera compartirlo. --"¡¿S-Shikikan?!"--