Capítulo 5

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Historia de la magia era la última clase del día para algunos gryffindors y hufflepuffs, excepto para aquellos que tomaban clases extras como Hermione, para el resto, pasar tiempo con el profesor Binns equivalía prácticamente a un descanso anticipado, pues la mayoría se dormía con la monótona voz del profesor en cuestión de minutos.

Ron y Harry entraron al salón y se sentaron en la parte de atrás. Hermione no asistió tampoco a ésta, lo cual era extraño ella jamás se perdería ni una sola clase. Incluso, Harry sabía que ella tenía un giratiempo que le permitía cumplir con todo sin problemas, pero aún así, pasaron cinco minutos, diez minutos, quince minutos... y nada, ella no apareció.

Apenas la clase comenzó, parecía que alguien había rociado a todos con poción adormecedora, pues en cuestión de minutos solo quedaban tres o cuatro alumnos prestando atención a la clase del día en donde, como siempre, Binns les relataba toda la letanía sobre las cuarenta y siente veces que la Hechicera Wendelin fue capturada por los cazadores de brujas a principios del siglo 18.

Ron fue de los primeros en desplomarse sobre su cuaderno, haciendo que su profunda respiración moviera su pluma de un lado al otro. Harry, intentó mantenerse despierto unos minutos más, pero poco a poco fue cerrando sus ojos hasta quedar apoyado en una de sus manos para dormitarse.

Tuvo un sueño tan confuso como efímero, en él estaba Pansy Parkinson parada a pocos metros de él apuntándolo con su varita y pidiéndole que no se acercara, tenía algo en su rostro, quizás ¿palabras? Segundos después, la imagen cambiaba y ambos estaban besándose. Pansy sonreía, pero también se veía aterrada, tanto que él podía percibirlo.

—Muy bien, alumnos, pueden retirarse. Estos tod...

La profunda voz del profesor Binns despertó bruscamente a Harry de su ensoñación y cayó en la cuenta de que la clase había acabado y que Binns se había quedado dormido sobre su escritorio como siempre.

Rascó su mollera y acomodó sus anteojos sobre el puente de su nariz. ¿Por qué volvía a tener esas imágenes en su cabeza? ¿Se sentía atraído hacia Parkinson o su mente quería decirle algo?

Despertó a Ron y se puso de pie para tomar sus cosas, por la tarde tendrían un partido amistoso contra Ravenclaw y debían estar preparados. Él era el capitán del equipo de Gryffindor y tenía que dar el ejemplo. Ambos se fueron a sus entrenamientos de Quidditch y se quedarían allí hasta la hora del partido.

Momentos antes:

Hermione cumplió su palabra con Draco y llegó con cinco minutos de anticipación a su encuentro. Habían quedado en encontrarse en el segundo invernadero —que la profesora Sprout amablemente le había permitido utilizar a Malfoy para ayudarle a Granger con sus clases—; y allí estaba él, parado de espaldas a ella leyendo un pesado libro que sostenía con el encantamiento levitatorio frente a sus ojos.

Cuando escuchó los sonoros pasos que ingresaban al lugar se giró y la miró de arriba abajo.

—¡Por fin llegas! Creí que ya no vendrías. —Ella chica suspiró con resignación, no ganaría nada respondiéndole, así que, le hizo señas para que se acomodaran en una de las mesas.

—¡Comencemos! —lo urgió mientras sacaba una pluma y papel.

Él la miró detenidamente y dejó escapar una risita burlona.

—¿Ves? Ese es tu problema, Granger: no sabes hacer otra cosa que tomar notas y devorar libros, pero no prestas atención. Este encantamiento requiere práctica no teoría.

Hermione iba a refutar sus palabras, pero luego se dio cuenta que Malfoy estaba diciendo algo muy razonable. Últimamente no hacía otra cosa que retener información de los libros, tomar notas y repetir como un loro todo lo que sabía. Se mantuvo en silencio, soltó la pluma y los pergaminos y un poco apenada miró a Draco con atención demostrándole que estaba dispuesta a aprender.

«Odio» 2da parte - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora