Capítulo 10

416 34 4
                                    

Viernes, clase de herbología; el día tan ansiado llegó. Hoy por fin podré demostrarle a Draco que su ayuda no ha sido en vano, estoy segura de que podré lanzar Herbivicus frente a la profesora Sprout y obtener buenos resultados. He estado practicando sin cesar y sé que he mejorado mis habilidades y conocimientos. Respiro hondo, ha llegado nuestro turno. Draco está a un costado fingiendo estar concentrado en las páginas de Mil hierbas mágicas y hongos de Phyllida Spore. Me ha mirado de reojo unas cinco veces desde que entramos a los invernaderos, sé que dijo que confiaba en mí, pero de todas formas, no dudo que esté preocupado.

—Muy bien, señorita Granger, cuando usted disponga.

La robusta y pequeña figura de la Profesora Sproutse ha apostado a mi lado para observar con atención el resultado de mi conjuro. Respiro hondo y extiendo mi varita hacia la maceta que tengo delante y sin demorarme demasiado lanzo el hechizo:

—¡Herbivicus!

Parece que ha pasado una eternidad, pero apenas fueron unos segundos los que tuvimos que esperar para ver que del interior de la maceta afloraban pequeños brotes que poco a poco iban creciendo más y más hasta formar tallos firmes.

No fue una germinación tan rápida y fuerte como creí que sería, pero conseguí hacer brotar la semilla y darle vida con magia a una planta por primera vez.

—¡Grandioso! —exclamó Sprout—. Lo ha conseguido señorita Granger. Siga practicando y seguramente mejorará muy pronto sus habilidades en herbología. Y ¡bien hecho, señor Malfoy! Ha sido un excelente mentor. Se ha ganado un buen puntaje.

Malfoy asintió a modo de agradecimiento y apenas la profesora se alejó para ir a evaluar a otros estudiantes, guardó su libro en su mochila y se acercó a mí:

—Bueno, te dije que lo conseguirías, Granger. Ya puedes borrar ese gesto de compunción de tu cara, estás asustando a todos, ¿sabes?

—¡Lo siento! Es que temí fallar por un momento y me preocupaba hacerte quedar mal. Te esforzaste mucho por ayudarme y...

—Sí, ya sé que soy genial, pero, en realidad, no hice nada... solo te empujé un par de veces en el camino, pero el mérito es todo tuyo —dijo de pronto—. Y gracias a que aprobaste, sigo viéndome genial.

Me hizo reír. Estaba tan nerviosa que no había podido relajarme en toda la mañana, pero escucharlo decir esas palabras, hizo que me riera despreocupada, aliviando mi tensión.

Sacó nuevamente su libro de su mochila y me dio un golpecito seco con él en medio de la frente, luego se alejó un par de pasos para apoyarse en una de las mesas y continuar leyendo. No sé qué tiene Draco Malfoy, pero ahora que lo conozco un poco más, realmente creo que sí es genial.

 No sé qué tiene Draco Malfoy, pero ahora que lo conozco un poco más, realmente creo que sí es genial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era fin de semana nuevamente. Ron mordisqueaba uno de sus pulgares tratando de no romper su uña al mismo tiempo que observaba a las tres personas que se encontraban en la sala común cada una sumergida en sus propios pensamientos.

«Odio» 2da parte - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora