Encuentros con Aves

Dick Grayson II

Algo en la cabeza del azabache lo estaba molestando, era un latido incesante pero cálido a su vez que pudo sentir cuando Raven lo consoló aquella noche, sus fríos ojos amatistas lo hipnotizaron por completo. Nunca había experimentado un sentimiento así, es difícil de creer que el famoso Dick Grayson no sepa algo del amor, pero siempre hay una primera vez para todo.

-¡Raven!- Corriendo, así se encontraba ala nocturna en los pasillos de la T Tower. Últimamente creía que estaba perdiendo el poco respeto que le tenían. 

-Dick, no sabía que estarías en la torre- La medio demonio, caminaba con sus libros en mano, rumbo a la azotea para poder relajarse a su modo. Al ver los ojos celestes del muchacho se sorprendió de que todavía se encontrará en el edificio, puesto que casi todo su tiempo lo ocupa en patrullar su propia ciudad o viajando a Gotham.

-¿Por qué? Recuerda que estoy aquí mucho antes que todos ustedes- Con la comisura derecha de su labio formó una sonrisa llena de diversión causada por su propio comentario.

-Lo sé, solo que... No vienes a menos que sea algo... importante- Directa, simplemente así era ella.

-Si, hablando de eso, quería comentarte algo de nuestra misión con los chicos, la que nos asignó Batman- Dick puso su mejor cara de póker, si sentía algo por la amatista iba a confirmarlo esa noche, sin rodeos. Iba a descubrir que carajo era ese latido amigable.
-Debemos ir en cubierto a un club escondido del pingüino, tú y yo, para recolectar información de los personajes más influyentes en el bajo mundo de Gotham antes de accionar el plan, órdenes de Batman.

No era del todo una mentira, si debían recolectar información de estas personas pero era una tarea que fácilmente podía hacerla él solo, el caso es que estaba loco si dejaba pasar esta oportunidad para coquetear con Rachel.

-¿Un club? Sabes que esas cosas no van conmigo Dick- La incomodidad de Raven podía sentirse a kilómetros, si la amatista odiaba algo, eran los clubes, el tumulto de gente no era lo suyo. 

-Rachel, debes salir de tu zona de confort, esto lo hago para ayudarte a ti, en misiones de alto rango conseguir información es sumamente importante para una buena ejecución del plan. Estoy seguro que serás una gran heroína por ti misma algún día, pero son estas misiones en las que uno aprende realmente. Además no puedes decirle "No" a Batman.- Con sus mejores argumentos lanzó la bomba, poniendo todas sus esperanzas en esta carnada para que ella aceptará.

Su plan era simple, invitarla a salir, lograr que lo pase genial con él, descubrir que siente por ella y que mejor que lograr esto en su fuerte, su terreno, los clubes. Ahora solo faltaba que ella acepte salir con él.

-Creo que tienes razón.-No muy confiada la amatista aceptó, creyendo que esto sería una misión rápida de recolección de información, no tenía porque pasar más tiempo del que debía en un lugar como ese, pensó en los puntos que nightwing le hizo ver y lo vio razonable, no podía quedarse siempre en el molde, debía crecer.

-¡Genial! Dejaré un vestido en tu habitación, nos veremos el sábado por la noche.-Con una mano se despidió de la demonesa para ir en busca del dichoso vestido que le haga justicia a tanta belleza.

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En el salón de entrenamiento Jason y Tim estaban entrenando un poco el combate cuerpo a cuerpo mientras que Damián estaba afilando su katana, chico bestia y Kid Flash estaban jugando con el viejo equipo de barras de Dick.

Un furioso Jaime entro con ganas de soltar sus frustraciones con dos de sus amigos, sabiendo que estos lo escucharían y apoyarían.

-¿Pueden creer que Dick invito a Raven a un club para la misión? ¡A RAVEN! Ella odia los clubes.- La indignación de Jaime era evidente, levantaba ambos brazos al aire y soltaba exhalaciones bruscas por momentos a forma de rezongo.