Cada persona en el mundo posee una marca a forma de tatuaje igual al de otra persona: Símbolo de almas gemelas.
Uenoyama y Mafuyu están seguros que nacieron el uno para el otro pero pueden estar equivocados
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Kasai era una chica muy linda, divertida y risueña aunque un poco intensa (para el gusto de Uenoyama). Su presencia era agaradable y relajaba al guitarrista.
Kasai era la chica perfecta y parecía acoplarse a Uenoyama en todos los sentidos, pero había un problema: Kasai no era Mafuyu.
El pelinegro sabía que no podía comparar a su ex con su actual pareja (o algo así porque en realidad no había formalizado nada con Kasai) pero no podía evitar pensar en su niño cada vez que hacía algo con su destinada.
Sí, después de que sus destinados aparecieran en la entrada de la escuela, Uenoyama y Mafuyu decidieron dejar lo suyo para conocer a sus verdaderas parejas de vida.
En ese momento parecía una buena idea porque todos sus sentidos estaban enfocados en Kasai, pero ahora extrañaba mucho a Mafuyu, extrañaba su sonrisa, sus caricias, sus besos y esa linda voz que tenía.
Sabía que estaba mal pensar en Mafuyu cuando Kasai estaba frente a él contándole animadamente de su día pero no podía evitarlo, era casi inconsciente.
Necesitaba, de inmediato, poner orden en su cabeza y corazón.
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Yuki Yhosida era un chico excepcional. Era muy guapo, atento, divertido y extrovertido. Mafuyu nunca se aburría cuando estaba con él y amaba verlo tocar la guitarra.
Sí, su destinado también tocaba ese instrumento.
Yuki era un sueño y cumplía los requisitos para ser el novio perfecto. Pero había un problema, no era Uenoyama.
Sabía que era cruel comparar a Yuki con Ritsuka, porque cada uno era especial a su manera y eran completamente diferentes.
Pero Mafuyu tenía que ser sincero consigo mismo. A pesar de que sentía una conexión muy fuerte con Yuki y a pesar de que lo quería, su corazón seguía siendo de Uenoyama.
No sabía por qué, se suponía que debería estar locamente enamorado de Yuki ya que él era su destinado. Y aún así tenía sentimientos por el guitarrista azabache de ojos color azul.
Tenía que poner sus pensamientos en orden, lo más pronto posible.
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—¿Te estoy aburriendo, Uenoyama-kun?—pregunta Kasai al ver que el chico está perdido en sus pensamientos.
—No, Kasai, para nada—se apresura a aclarar.
—No pareces estar escuchándome.
—Solo tengo muchas cosas en la cabeza.
—¿Mafuyu Sato?
Uenoyama levanta la vista y mira fijamente a la chica, aveces odiaba que su destinada fuera precisamente eso, parecía saber todo lo que pensaba—Eh...¿cómo es que sabes de él?
