Gracias por ser parte de mi mundo | Lumity (The Owl House)

Un glifo de plantas

Llegamos bastante rápido a mi perspectiva, o tal vez estuve sumergida en mis pensamientos que no vi pasar los minutos.

-¡Vaya, fue un buen paseo por los aires!-Dije mientras ayudaba a Amity a bajar.

-Lo fue, eres buena en esto.

-Gracias, aún me falta mucho por aprender, pero ya estoy mejorando, hehe... Bien, ¡Entremos!

-E-Espera, Luz...-Habló de repente, tomándome del brazo.

-¿Sucede algo?-Pregunté mientras observaba preocupación en su rostro.

-D-Dijiste q-que debíamos aprender de nuestros errores para poder ser mejores...

-Oh sí, es verdad, lo dije. ¿Hay algo malo con eso?

-¡Entonces he decidido dejar de tener miedo y ser valiente!

-Eso está perfecto, Amity. ¡Podemos mejorar juntas!

-¡No lo entiendes! L-Lo que q-quiero decir es...

¿Acaso ella está tratando de...

-¡¡M-M-ME G-GUSTAS, L-LUZ!!

Sí, ella se confesó. 

Salió corriendo con dirección hacia el bosque apenas esas palabras salieron de sus labios.

Me quedé un rato pensando, tratando de procesar lo que había pasado. Apenas reaccioné, fui tras ella adentrándome en el bosque.

Por suerte yo corría más rápido, así que alcanzarla sería fácil. De lejos pude visibilizar su cabello así que aceleré aún más el paso. Todos esos juegos de Grudgby sirvieron de algo.

-¡Amity, no huyas!

-¡Déjame en paz, Luz!

La tenía bastante cerca así que salté para atraparla mientras caíamos al piso.

-¡Déjame ir, Luz!

-¿Por qué te dejaría ir?

-¡Siento tanta vergüenza ahora mismo! ¡Déjame!

-No te dejaré, Amity-Dije de forma cariñosa mientras la abrazaba fuertemente.

-S-Sé muy bien que no s-sientes lo mismo que yo...

Estando en el suelo, hice que ambas nos sentáramos, una frente a la otra.

La miré a los ojos para encararla al fin, es ahora o nunca.

-¿Cómo estás tan segura si no has escuchado mi respuesta a tu declaración?

-P-Pues...-Fue lo único que dijo, apartando la mirada con algunas lágrimas en los ojos.

-¡Mírame a los ojos y escúchame, Amity Blight!

Tomé su rostro delicadamente con mis manos y la hice mirarme fijamente. Ella sólo se mantenía en silencio atenta a lo que estaba por decir.

-Amity, me gustas. Perdóname por no darme cuenta antes de tus sentimientos, de tu forma de mirarme, de tu forma de sonreír cuando estás conmigo, del rubor en tu rostro, de tu nerviosismo y tu tartamudeo. No me di cuenta antes cuando eras demasiado evidente... Pero, no sólo descubrí tus sentimientos... También los míos, empezaron a florecer sin darme cuenta. Lo único que sé ahora es que quiero estar contigo.

-¿L-Lo dices en serio?

-¿Quieres que te lo demuestre?

Su rostro estaba demasiado rojo, no sabía a donde dirigir la mirada y sus manos temblaban al igual que las mías. Quería besarla, necesitaba eso, así que comencé a acercar mi rostro para ver si también quería lo mismo.
Ella entendió lo que quería hacer y se limitó a cerrar sus ojitos, morí de tanta ternura.
Finalmente, nuestros rostros estaban más cerca de lo que han podido estar antes, sentía su respiración algo agitada, sus labios se veían tan suaves y delicados. No pude resistirme más y acabé la distancia mínima que existía, uniendo nuestros labios en un dulce beso. Era sereno pero exquisito, un sabor al que me volvería adicta. Se sentía como unos blandos pétalos de rosa. Nuestros corazones vibraban, nuestros latidos se volvieron uno solo. Definitivamente esta era un tipo de magia única y sin igual. Ella era magia.