Esto es cómo ser un rompecorazones

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Es demasiado fácil reconocer a gente no acostumbrada a fiestas cuando está en una, peor aún cuando se trata de una disco. 

Postura encorvada, generalmente en las esquinas o en la barra, tratando de hacer el menor contacto visual posible; las presas más fáciles, o difíciles, dependiendo de qué quieras.

Para Hyunjin era lo mismo de siempre, gente aburrida que, con suerte, le darían un poco de emoción unas horas; quizás más si veía una química notable. A menos que se tratara de una notable belleza, no tomaba riesgos.

Pero es que esa carita de ángel gritaba a los cuatros vientos que estaba ahí para que lo empotraran, y si bien él era más de recibir, la idea de follar a ese chico no le disgustaba.

Así que galante, lo más que su outfit revelador dejaba, se sentó a la derecha del joven.

—Uno de vodka, por favor —pidió al barman, guiñándole el ojo, sólo para luego dirigirse al otro— Y para el amigo...

Sorprendido, se apuntó a sí mismo.

— ¿Me hablas a mi?

—Creo que eres el único "amigo" aquí sentado —sonrió, causando un rubor en el rostro ajeno.

—Ah... Algo no muy fuerte, por favor. Dulce, si se puede. 

Hyunjin rió, encogiéndose de hombros —Bueno, ya lo escuchaste. 

—De inmediato. 

Y tan rápido como el hombre se fue, Hyunjin rotó sobre sus talones, extendiendo su mano hacia el extraño.

—Soy Hyunjin, mucho gusto. 

Con cautela, el otro respondió:— Daehwi... Lee Daehwi. 

—Woah, ¿Lee? Sí que es común ese apellido, ¿no? —Lee Félix, Lee Minho y ahora, ¿Lee Daehwi? esa debía ser una muy grande coincidencia. 

—Bueno, sí. 

—Aunque tu belleza no es nada común.

Sin darse cuenta, Daehwi había comenzado a jugar con sus manos, pensando que quizás fue demasiado ir por su cuenta a un lugar como ese. El que un chico tan guapo como el que tenía enfrente lo adulara lograba que su sexualidad en duda se volviera cada vez más clara. 

—Hmn... no... 

Antes de que pudiera formular cualquier clase de respuesta, el barista estaba de vuelta con ambos pedidos, uno más colorido que el otro. 

—Bueno, habrá que aprovechar, ¿no? —Hyunjin tomó su vaso, incitando a Lee a hacer lo mismo—, por conocerte en esta aburrida noche —elevó su mano. 

Daehwi rió un poco, pasando su siniestra por su nuca.

—No sé si pueda decir lo mismo...

Aun así, brindó, dándose cuenta después de la tercera copa que irse por lo dulce tratándose de alcohol, no fue demasiado listo de su parte. 

Todo lo que podía procesar era a aquel chico precioso frente a él, riendo, bailando y haciendo que se divirtiera como nunca antes, sin temor de que le miraran raro en la pista de baile.

Sabía que el alcohol desinhibía, pero nunca creyó que lo haría lo suficiente como para que acabara siguiendo a Hyunjin al baño cuando, en un error de su parte, derramó un poco de su bebida en su brazo. 

Con pasos tambaleantes, no pudo sino agarrarse del lavabo, acorralando a Hyunjin contra este. 

— ¿Daehwi? —sólo su voz logró que se mareara, reposando su cabeza contra su hombro. 

—Hmn —bufó, dándose la libertad de aspirar la esencia del más alto—, hueles bien...

—No... no creo que sea una buena idea que hagas eso —sopesó Hwang, removiendo un poco sus caderas. 

¿Era posible que se hubiese equivocado? ¿Aquel chiquillo de delicada apariencia era, en realidad, un depredador dispuesto a saltarle encima? Mordió su labio, ansioso por llegar al final de eso.

— ¿Por qué? —la pregunta logró que Hyunjin recordara su situación, su actuación

—Estamos en un baño...

El paso de las delgadas manos de Lee hacia su cintura le erizó la piel; pero era un profesional. Ya hasta había acabado de limpiar la bebida que a propósito dejó caer en su brazo, sacando un poco de papel para secarse. 

Lentamente, rotó sobre su eje, dándole la cara a Daehwi. 

—Vamos, estás ebrio —parecía preocuparse por él. 

Pero desde ese ángulo, con esa iluminación, el gloss en sus labios era más notorio; una fruta esperando a ser probada. 

Y Daehwi cayó en esa trampa. 

Un torpe beso comenzó, con Hyunjin cediéndole el control por poco tiempo, hasta que decidió guiarlo y darle la confianza para que se desenvolviera. 

—Somos desconocidos... —susurró contra sus labios.

—Lo sé —respondió Daehwi, acelerado. 

—Podrían encontrarnos.

Entonces lo sintió, aquella erección frotándose contra su cuerpo. Le resultaba estimulante. Con una sonrisa de medio lado, siguió:

—No hay pestillo...

Sus labios fueron devorados de nuevo, ante la excitación de ser atrapados. Hwang se derritió, había terminado de leer a Daehwi; ganó de nuevo, y más de lo que creyó. 

Sentado encima del lavabo, no era Lee quien sentía cómo unas manos traviesas recorrían su figura, sino Hyunjin. Aún tratándose de alguien no tan experimentado, lo gozaba. 

¿Y cómo no hacerlo? Si de tanto en tanto, un chico abría la puerta.

Y él le guiñaba. 


This is how to be a heartbreaker, boys they like a little danger

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This is how to be a heartbreaker, boys they like a little danger. We'll get him falling for a stranger, a player, singing lo-lo-lo-love you

How to be a Heartbreaker › 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora