Esto es cómo ser un rompecorazones

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La brisa primaveral golpeaba el rostro de un cansado Hyunjin, descansando en los comedores comunes de la universidad. 

Su mirada, antes cálida y llena de esperanza, se había tornado audaz y desinteresada. Sólo cuando tenía una víctima en la mira simulaba el cariño y calidez que un corazón roto le había robado.

Pero en ese momento no estaba con nadie, no tenía por qué fingir. 

Sólo observaba, desde lejos, al dichoso Jeongin

Hacia tiempo se lo topó sin querer cuando iba a ver a Seungmin, y desde entonces no podía dejar de pensar en lo ciego que era Kim.

Para él era claro como el agua que Jeongin ocultaba su homosexualidad; su radar gay se había encendido con tan sólo ver la incomodidad en su rostro aquella vez que entró en el dormitorio de Minnie. 

Por supuesto, no había intentado nada con Yang, no sólo por el hecho de que "le gustaba" a su más fiel perro, sino porque era un closetero.

Y Hyunjin odia a los closeteros.


Fue por lo mismo que no entendió qué sucedió.


Antes de darse cuenta, se había acercado a la mesa en la que estaba Jeongin junto con Seungmin, todo bajo la mirada en pánico de este último

—Hey, eres Jeongin, ¿no? Nos conocimos cuando fui a ver a Minnie

Jeongin desvió la mirada, molesto por el uso del apodo.

Pero no sólo eso, era incapaz de mirar a los ojos del rubio.

Hyunjin sonrió. 

¿Así que te importan las apariencias, pequeña zorra?

Hwang sabía de su buena apariencia, disfrutaba ver cómo encandilaba a los demás a tal punto que debían mirar a otra parte. 

Yang estaba molesto, pero no sólo eso, sino que ¿nervioso? ¿intimidado? por su presencia. 

Y Hyunjin no podía disfrutar más de eso. 


Siguió molestando al par menor que él, aún cuando en repetidas ocasiones Seungmin le cuestionó, después de un polvo, qué era lo que quería lograr acercándose a Jeongin. 

Le parecía más que todo una escena de celos a Hyunjin

Nadie podía decirle qué hacer o no, y cuando era difícil, cuando era un juego, realmente lo disfrutaba. 

No dudó en aprovecharse de los sentimientos ambiguos de Seungmin, así como los que intuía que Jeongin tenía por este último. 

Los separó. 

« Divide et impera »

Yang no era lo suficientemente valiente para enfrentar sus sentimientos, es probable que los estuviese negando o etiquetando de amistad fraternal. 

Pequeño ingenuo

Tuvo detrás de él por años a un excelente chico que follaba riquísimo, capaz de salir del closet y protegerlo si era necesario, pero el pequeño Yang prefería ver cómo este se martirizaba y se emborrachaba cada que él llegaba con una novia nueva. 

Cada vez que Seungmin se emborrachaba, era Hyunjin quien lo recibía con los brazos abiertos, recibiendo todo lo que Yang era demasiado cobarde para recibir.

¿Sería malo de su parte el querer devolver parte del dolor que Jeongin causó?

Incluso si lo era, no le importó. 

How to be a Heartbreaker › 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora